El otro día tuve un sueño extraño y perturbador. Me sucedía algo así:
Por una extraña razón descubría que debía una materia del colegio secundario, algo así como filosofía-lógica-matemática, y tenía que volver al colegio a cursarla.
Sí, mi yo actual de casi 30 años tenía que hacer vida de estudiante secundario (uniforme incluído) y, para peor, con quienes fueron mis ex compañeras de colegio que lucían tal cual las vi el último día de clase (en realidad, ví sólo a un par de ellas en el sueño).
Lo extraño del caso es que yo decía que para qué tenía que volver al colegio a hacer esa materia que no me servía para nada para el blog.
Mis planteos autoreflexivos también me hacían preguntarme por qué iba y volvía caminando o en bondi al cole, siendo que tenía auto y carnet de conducir.
Lo último que recuerdo fue que me estaba volviendo para mi casa con dos compañeras y de golpe cada una se iba para su lado sin saludar.
Me desperté con la sensación horrible de haber sentido que había sido real. ¡Qué alivio saber que nunca jamás voy a tener que volver a esa etapa de mi vida!
Hablando de sueños. Guille contó la vez que fue el Power Ranger rojo.
El que quiera compartir algún sueño/pesadilla, puede hacerlo en pijama con toda confianza 🙂