Esta semana he repasado varios títulos recomendados por el Ministerio de Educación de Córdoba los cuales se publicaron originalmente en la colección Dulce de leche de La Voz del Interior en 1995/96:
– La sirena del Suquía.
– ¡Ahí vienen las gitanas!
– El árbol de lilas.
– San Farrancho.
El último de los títulos de la colección pertenece a una autora que había conocido gracias a La aventura de Mirandolina, a la antología Córdoba Cuenta y a la reseña del libro sobre literatura infantil y medios masivos de comunicación.
Este fascículo incluye dos cuentos:
- Había una vez un sueño: una explicación de cómo funciona la organización de los sueños y cómo éstos se van distribuyendo en las personas.
Me resultó chocante leer en un párrafo a un sueño decir “Yo (…) me pasé toda la noche haciendo pruebas y chistes (…) y mi dueño se reía a más no poder”. ¿¿¿Mi dueño??? ¿acaso los sueños se poseen? Me parece que no.
Hubiera sido más correcto hablar de “mi soñador” (suena a Bailando por un sueño, pero bueh).
No me gustó el texto. - Historia del sueño: un cuento con algo de leyenda y que nombra a Morfeo como responsable de que los hombres logren conciliar el sueño. Mejor que este cuento es leer una buena adaptación de la leyenda griega.
Después de ver películas como Monter Inc donde el mundo de los sueños y pesadillas se ha contado tan bien, me parece que este libro tiene poco que ofrecer para los chicos. Al menos a mi no me llamó la atención en lo más mínimo.