Esta semana les presento un libro que venía con ganas de leer hace rato desde que vi en el catálogo de la editorial que iba a salir.
En esta ocasión las historias de Chicken Soup hablan sobre el amor y la comida, dos fenómenos universales y casi inseparables que los humanos hemos ritualizado en todas las culturas más allá del hecho en sí de ingerir alimentos para poder vivir.
Lo primero que se me viene a la mente cuando pienso en este título es en el buen humor. La comida a casi todos nos pone de buen ánimo, como si al cerrar los ojos y pensar en los olores de las cosas ricas ya nos alegrara ese momento.
El libro trae sus clásicas 101 historias divididas en 10 capítulos y además aporta para el acervo culinario de sus lectores 23 recetas, de las cuales no he realizado ninguna todavía pero que ya empecé a traducir para compartirlas con ustedes. No es tan complicado en la parte del texto, pero ir de onzas a gramos y de grados farenheit a celsius tiene lo suyo.
Los capítulos son:
– Aprendiendo a cocinar.
– Como lo hace mamá.
– Mesa para dos.
– Comida para confortarse.
– Pequeños ayudantes.
– En memoria de…
– Un mordisco de diversión.
– El sabor de la tradición.
– Lecciones de vida en la cocina.
– Siempre hay lugar para los postres.
Algo que me gusta mucho de los Chicken soup son las citas que incluyen entre el título de cada historia y en texto. Sobre la comida hay unas excelentes que vale la pena que comparta con ustedes:
– Receta: una serie de instrucciones paso a paso para ingredientes que olivaste comprar, utensilios que no tenés para hacer un plato que ni el perro querrá comer. Anónimo.
– No digo que mi esposa sea mala cocinera, es sólo que ella usa la alarma de incendios como timmer. Bob Monkhouse.
– No importa tanto lo que hay sobre la mesa sino quienes están alrededor de ella. W. S. Gilbert.
– Hay muchas cosas en la vida que me unen con mi pasado, pero pocas han sido tan duraderas como la sopa de mi mamá. Leo Buscaglia.
– El chocolate es la respuesta, no importa cuál es la pregunta. Anónimo.
– No hay nada como un plato o bol de sopa caliente, su espiral de vapor perfumado haciendo que nuestras fosas nasales se entremezcan con anticipación para disipar los efectos deprimentes de un día agotador en el negocio o la oficina, nieve o llueva en las calles o haya malas noticias en los diarios. Louis P. de Gouy
– La dieta de los cardiólogos: si es rico, sacálo. Anónimo
– Las preocupaciones pasan mejor con sopa. Proverbio judío.
– Una comida no se vuelve esencial solo porque tu hijo la odie. Katharine Whitehorn.
– Sólo los puros de corazón pueden hacer una buena sopa. Ludwig Van Beethoven.
– Es extraño como una tetera puede significar al mismo tiempo algo que conforta la soledad y el placer de la compañía. Anónimo (muy aplicable al mate, también).
– Dale a un hombre un pescado y tendrá comida para un día. Enseñale a pescar y te desharás de él por todo el fin de semana. Zenna Schaeffer.
– No hay amor más sincero que el amor por la comida. George Bernard Shaw.
– El único momento para comer comida dietética es mientras esperás que tu bife se cocine. Julia Child.
– La vida es incierta. Comé el postre primero. Ernestine Ulmer.
– Las abuelas nunca se quedan sin abrazos o galletitas. Anónimo.
– Nada es mejor que un buen amigo, excepto un buen amigo con chocolate. Linda Grayson.
– Las investigaciones dicen que a 14 de cada 10 individuos les gusta el chocolate. Sandra Boynton.
A quiénes les recomiendo este libro
– Es ideal para clases de inglés porque la comida y su vocabulario dan mucha tela para cortar e inclusive se pueden hacer algunas recetas como trabajo práctico.
– Está bueno para quienes se dediquen a la gastronomía, más allá de que son pocas las historias de cocina profesional.
– Es un libro que animará a poner sus historias y recetas en papel a todos aquellos que cocinan como hobby.
Las historias más emotivas son las que hablaban de la permanencia de los seres queridos muertos a través de las recetas tradicionales de una familia. Y de verdad que es fuerte pensarlo de ese modo y leer que una madre con un cáncer terminal se pone a escribir sus recetas para que sigan acompañando a su hija. También están los hijos de inmigrantes que a través de la comida de sus padres o abuelos se relacionan con una tierra que quizás nunca conocieron.
– Para los que trabajen en temas de nutrición, quizás les sirva para leer 101 relaciones saludables entre psicología y comida que quizás puedan servir de inspiración para sus pacientes.