El próximo 9 de febrero comienzan las inscripciones 2015 para los cursos del Cepram (Centro de Promoción del Adulto Mayor). Esta es una oportunidad para todos quienes quieran participar y formar parte este año del programa educativo pueden hacerlo hasta el 27 de febrero.
Las inscripciones están abiertas desde el 9 al 27 de febrero en la sede del Cepram, ubicado en la calle David Luque 430 Bº General Paz. Para consultas pueden comunicarse con el teléfono 0351- 4533471, o ingresar a la página www.cepram.org.ar
Los cursos
Los profesionales académicos que integran el Cepram llevan adelante cursos de toda índole, sistematizados en diferentes áreas de conocimientos y habilidades.
La gama es tan amplia que los cursos abarcan temáticas como integridad y desarrollo personal, comunicación y relaciones, memoria, entrenamiento intelectual y otros buscan la expresión personal como teatro, escritura, fotografía, tango, folclore, ritmos, etc. También se pueden estudiar idiomas como el italiano, ingles, francés, portugués, japonés y hebreo y por supuesto, computación en todos los niveles.
En la página del Cepram se pueden ver todos los cursos www.cepram.org.ar
El desafío de estudiar después de los 50
Comenzar a estudiar siendo un adulto mayor es un reto al desarrollo personal, es abrir una ventana a experiencias nuevas y conlleva una toma de decisiones en busca de emociones gratificantes.
Una de las opciones que hoy se plantea el adulto mayor es la de buscar espacios que potencien su bienestar, capacitándose, aprendiendo, integrando grupos de pares y de esta manera mejorando su autoestima y confianza, y potenciando su memoria.
Con la premisa que el adulto mayor selecciona su entorno e intereses buscando un efecto positivo y emocionalmente gratificante, es que el Centro de Promoción del Adulto Mayor realizó un estudio con los alumnos que por primera vez se suman a estos espacios.
Los resultados, de 3000 encuestado en los últimos años, indican que en su paso por el Cepram, han actualizado sus conocimientos y han crecido personalmente, también se sintieron mejor de salud y mejoraron su ánimo significativamente.
Al ser consultados sobre los motivos por los que se acercaron a estudiar, más del 71 % por ciento de los encuestados hizo hincapié en la gran importancia que tiene para ellos mantenerse activos y favorecer su crecimiento personal, mientras que el 66 % aseguró que busca mejorar su vida diaria, aprender cosas nuevas y estar al día.
El 51 % de los alumnos del Cepram también manifestó la importancia de divertirse y pasarla bien compartiendo con sus pares intereses comunes, haciendo amistades e insertándose dentro de un grupo. Más del 76 % aseguró que es importante o muy importante sentirse joven, y en este sentido, destacaron que es poco y nada importante para ellos discutir de temas políticos o buscar pareja.
Irene, una abuela de 71 años explicaba su experiencia y su búsqueda: “Estudio y hago cursos porque tengo 71 y quiero seguir creciendo desde el conocimiento y desde las relaciones sociales. Me gusta mantenerme activa, estar en proyectos me mantiene viva. Tengo un grupo desde el 2001, y continuamos casi todas, somos 25 personas, amigas. Estar con el grupo de pares sintetiza en algún sentido la felicidad presente y futura, viajamos, nos encontramos… estudiar a esta edad afianza los vínculos, las palabras y el intercambio. Disfruto mucho de los terceros tiempos. Hay cursos que nos ayudan a desestructurarnos, a mirar de otro modo el arte, la vida y a nosotros mismos. A esta edad queremos satisfacernos y estar bien, lejos de lo negativo, queremos hacer lo que no pudimos hacer antes”.
Según la investigadora Laura Cartensen, autora de la teoría de la selectividad socio-emocional, el adulto mayor tiene en sus decisiones un sesgo hacia lo positivo, basado en la idea de que “queda poco tiempo”.
En el mismo sentido la teoría de Cartensen indica que si bien consideramos a los adultos mayores como un grupo homogéneo, esto es un error ya que la diferencia entre los individuos aumenta con la edad. Esto significa que el adulto elige con quienes pasar su tiempo, con quien disfrutar y en general, siempre tiende a permanecer con gente que le aporte positivamente.
Por diferentes motivos, mucha gente no pudo estudiar ni formarse profesionalmente de joven, pero de adultos e incluso en la tercera edad retoman aquellas ilusiones que alguna vez quedaron truncas. Y la satisfacción y el placer que experimentan al cumplir ese logro son notables.