Sábado 27 de abril previo al domingo electoral. En Córdoba hacía un frío de cagarse pero le digo a Guille: ¿Y si vamos al teatro? Me mandaron una gacetilla del Centro Cultural España Córdoba que pinta buena. Y agregué “Sale sólo $15 pesos. De última si es mala al menos es barata.” 😀 Lo barato sale caro a veces.
La gacetilla en cuestión era esta:
Humor is Tango en Córdoba – SAB 27 JUN ::: 22 hs
Auditorio Presidente Perón de la Ciudad de las Artes – Av Richieri y Concepción Arenales
Autor: Julián Raúl Collados
Venta de entradas: $10 estudiantes y jubilados, $15 general. En la boletería de la Ciudad de las Artes de martes a viernes de 10 a 20 hs., sábado de 10 a 13.30 y de 16 hasta el horario de función, domingos de 15.30 hasta el horario de función.
Se han visto infinidad de espectáculos donde se narra la historia del tango, pero en su mayoría lo realizan de manera solemne, como homenaje, emotivo o sentimental. Desde este show se intenta mostrar al tango cercano, cotidiano, ameno, gracioso, más nuestro, contando su historia y elementos propios desde otra perspectiva.
Sus orígenes, las primeras letras, su danza, los términos, un repaso general apto para todo publico, satirizando la relación del tango con el turismo y sumando todos los ingredientes de un espectáculo de gran envergadura, músicos en vivo, cantantes, actores, bailarines que dan vida a esta, la historia del tango cómica y divertida.
Siempre está bueno despejarse un rato, ir a ver nuevas formas de hacer humor, o ver qué vuelta de tuerca se le ha dado a un tema serio, en este caso el tango, para provocar la risa del público.
La cosa es que cruzamos toda la ciudad, de Alto Verde hasta el parque Sarmiento, pagamos los $30 de entrada correspondientes (más $5 de estacionamiento) y accedimos a la sala.
El “espectáculo de humor”, y por el cual me decidí a pagar una entrada, empezó con un pareja de bailarines que bailaron no una, ni dos, sino tres canciones y me hicieron pensar que me había equivocado de sala. Posteriormente, una voz en off dio comienzo a la obra haciendo un montón de chistes malos que incluían decir que se podía tener el celular prendido para que interfiera con los micrófonos y que se podía arrojar frutas, verduras y hortalizas si el público pensaba que la obra lo merecía. Sobre ese punto tengo que decir que nunca hay un buen y surtido stand del Inta cuando se lo necesita.
La obra comenzó con un cuadro medio de danza conceptual que no entendimos y luego apareció un presentador que abrió lo que debía ser el espectáculo de humor. Para ese entonces ya habían transcurrido 20 minutos de la obra.
Nuestro anfitrión, que pretendía oficiar de narrador de la historia humorística del tango, no hacía más que soltar frases que tenían la intención fallida de ser graciosas. Como no lograban su objetivo, eran reforzadas con comentarios “explicativos” para que el espectador entediera en chiste. ¡Ah! También hacía pausas para que la gente las usara para reirse. Las mías quedaron sin estrenar y no me las descontaron de la entrada.
A esa altura, yo ya sabía que había dos opciones: o me levantaba y me iba, o me quedaba ahí a comprobar qué tan mala podía ser la obra. Decidí quedarme. Lo peor estaba por venir.
Siguió una seudoparodia de la película 2001 Odisea en el espacio (que no sé qué carajo tiene que ver con la historia del tango) donde los actores estaban envueltos con unos trapos de animal print de leopardo y la actriz tenía una peluca estilo Moni Argento.
Entre otras cosas, las formas de apelar a la risa incluyeron alusiones a la homosexualidad y actores (varones) intentando manosearse y/o apoyarse.
Y así podría seguir explicando sketch por sketch, donde los bocadillos que se metían esperando lograr la risa del público hacían que nos miráramos con Guille pensando que en cualquier momento iba a aparecer José María Listorti para decirnos que semejante sucesión de incoherencias era una joda de Showmatch. Lástima que nunca sucedió.
La obra alternó los cuadros humorísticos nefastos con un poco de danza y de canciones que, si bien no fueron brillantes, al menos zafaron como para sentir que la tortura de lo humorístico no fuera tan fuerte.
Para resumir: Humor is Tango es una obra con un guión pésimo, los actores (en especial el presentador) son entre regulares y malos, tiene un vestuario peor que el de cualquier obra de 25 de mayo de colegio urbano-marginal y de tango lo único que hay son cinco cuadros de baile y un par de canciones.
Hay que ser muy hijo de puta para cobrar una entrada y tener dos horas a los espectadores soportando semejante bodrio.
Y hay que ser muy culeado para para no darse cuenta que no se tiene talento para el humor. Al autor de la obra, Julián R. Collados se lo digo. Flaco, sabélo: sos pésimo haciendo humor!! Pero muy malo, eh?
Lo más gracioso es que googleo para ver si sale algo de esta obra y me encuentro con este texto de la página Alternativa teatral, que si no fue escrito por el propio Collados le pega en el palo. Digamos que una persona normal no puede ver semejante porquería de obra y escribir una crítica tan buena ¿O será que los porteños (al parecer de ahí son los integrantes de elenco) llaman Humor a cualquier ridículo que se sube a un escenario a hacer sonidos guturales imitando a un neanderthal?
A la Ciudad de las Artes he ido a ver a Los Modernos, al Flaco Pailos y a Adrián Gómez. Con todos me cagué de risa y eso que hacen tipos de humor muy diferentes.
Y, sin ir más lejos, sobre el tema de Tango y Humor hace más o menos un año fui a ver El dúo Sosa-Echagüe, una obra maravillosa con Luis Torres y Alejandro Orlando (integrante de Los Modernos). O sea que el tema da para hacer un buen espectáculo. ¿Entonces qué falló con esta gente? No puede ser otra cosa que la falta de talento para el humor.
Mi pregunta sería también para las autoridades de la Ciudad de las Artes, cuyo representante es Juan Adrián Ratti: ¿¿¿no vieron semejante porquería de obra antes de programarla???
Esta ha sido mi opinión sobre la obra. Como el autor deja un mail de contacto en el folleto le voy a mandar el link así lee esto y se transforma en mi troll. Lo que sí, si va a putearme, que al menos redacte las puteadas con gracia, por lo menos para demostrar que lo que digo es mentira y que algo de talento para el humor tiene (o bien que copie y pegue algún chiste de algún foro de humor, no sé).