Hace una tiempo les dí algunas buenas razones para hacer terapia, que espero que hayan tenido en cuenta para considerar someterse a alguien que hace más o menos el mismo trabajo de un peluquero pero del lado de adentro: te escucha hablar sin parar de tu vida mientras intenta arreglarte un poco la cabeza 😀
En los meses que llevo de terapia he utilizado mucho el blog como herramienta de trabajo con mi psico. Debo decir que hay un mérito de su parte y es que es una profesional abierta a las nuevas tecnologías, que se interesa por aprender de qué se trata todo esto y que inclusive ha estado presente por mail si he necesitado consultarla fuera de nuestras horas estipuladas. Ah! y también tiene cuenta en Facebook, para que vean lo cool que es.
Esto lo menciono porque me ha contado que algunos de sus colegas ni siquiera usan el correo electrónico o que le han pedido archivos con un diskette. Así que los de perfil medio geek ¡ojo con el psicólogo que se buscan! si no quieren desarrollar alguna nueva neurosis.
Volviendo al uso del blog como herramienta en la terapia, les voy a indicar algunas de las cosas que todos los bloggeros pueden encontrar en sus bitácoras para trabajar:
– About del autor y/o del blog: aún en los blogs que hayan optado por presentarse mediante estilos más neutros, se puede usar este espacio para analizar cómo se presenta cada uno, qué tono utiliza, si es personal o meramente profesional, qué aspectos destaca, qué otros oculta, qué referencia le han hecho los lectores u otros bloggers sobre el About.
– Diseño: quizás no tenga tanta importancia como lo escrito, pero a veces puede significar algo.Elegir determinados colores, cierto tipo de imágenes, o algún tipo de distribución puede decir mucho.
A estos elementos se los denomina Paratextuales; no son texto pero ayudan a comunicar el conjunto tanto como él.
Mi psico (y mucha otra gente) me preguntó si la foto del header tenía algún significado. Y no, la verdad es que venía con el blog y como era linda, la dejé.
– Regularidad de actualización: según el tipo de blog puede que se actualice más o menos, pero si el ritmo de posteo se relaciona con estados de ánimo (más allá del contenido de lo que se publique), tenemos otro indicador fuerte para tomar en cuenta.
– Relación con los lectores: si bien la interacción es virtual, no deja de ser el trato interpersonal con alguien. En la manera de responder a comentarios positivos, negativos, de resolver dudas, de aceptar errores, de valorar los aportes e inclusive de leer entre líneas a nuestros comentaristas puede haber mucho material interesante para descubrir(nos).
– Variables sobre el contenido: más allá de la temática del blog, el contenido puede analizarse buscando pistas sobre nuestro estilo comunicativo. Ver si los textos son largos o cortos, si son analíticos o sólo descriptivos, etc.
Seguramente habrá otras que surjan o que me iré acordando, pero me gustaría saber qué opinan ustedes del tema ¿Cuántas veces sentador al blog en el diván? 😀