Este blog tiene un culpable principal: Pablo, mi mentor bloggero, quien me insistió hasta cansarme para que lo abra. Ahora veremos cuanto tiempo pasará para que vengas a insistirme para que lo mantenga, ja!
El también es quién me ayudó con el arreglo del template y un curso rápido de WordPress para hacer andar esto más o menos bien. Gracias, más allá de que no me hiciste caso cuando te dije que no quería tener un blog.
Agradezco también a Martín por el hosting, pocas veces se reciben regalos tan ¿geeks? Como sea, gracias.
Otro de los que aportó, a su manera, fue Pulpo cuando me convirtió en productora de Atención Viandante, lo que me permitió aprender y seguir aprendiendo sobre los extraños universos de la web 2.0. Eso sí, no logro salir de pobre con AV todavía.
Para primer post creo que es suficiente, próximamente iré presentando a los amigos del blogroll y trataré de encontrar la respuesta al “Vos deberías tener un blog” que tantas veces me han dicho.
Cierren los ojos así, todos juntos, imaginamos el corte de cinta.