Durante la semana del 1 al 7 de julio se “celebra” en Argentina la semana de la dulzura bajo la consigna de una golosina por un beso.
No faltará quien empiece a despotricar en voz alta sobre los festejos comerciales a los cual yo diré: si, es comercial al 100% ¿Y?
¡Mi reino por un chocolate!
La historia
La semana de la dulzura surge como una movida de marketing en 1989 impulsada por Arcor y ADGyA (Asociación de Distribuidores de Golosinas y Afines), logrando desde ese momento aumentar las ventas en un 20% gracias al slogan, mantenido hasta el día de hoy, “Una golosina por un beso”.
Sin dudas, los reyes del festejo son los chocolates, pero aunque parezca un tanto extraño, este festejo que de alguna manera logró hacerse un lugar entre otras conmemoraciones del calendario, devino que que se crearan servicios complementarios como los de postales con fotos de golosinas (se me ocurren paralelismos de mal gusto que evitaré escribir) o estas otras de conejos y osos animados. Evitar caer en animales violetas animados debe ser la regla de oro de la nettiquete. Siempre.
En lo que a mi respecta, adhiero a todos los festejos comerciales. Así que el que quiera pasar a dejar unos milka, cadbury, dos corazones, cabsha o me quiera llevar a una bombonería a elegir será besado como corresponde.