Este post es en memoria de Claudia Analía Rodríguez a quien conocí como una tapa de diario.
Tenía 36 años y era madre de dos hijos, de 3 y 11 años.
Fue asesinada a mazazos por su ex pareja en la puerta del colegio de su hijo
el 29 de septiembre de 2011 en la ciudad de Villa María.
También está dedicado a todas las demás víctimas, vivas o muertas,
de este flagelo que afecta a toda la sociedad.
No quería dejar pasar esta día sin escribir algo sobre un tema que me toca tan de cerca por ser mujer y por haberlo vivido en carne propia en sus diferentes variables.
Quería dar algunos ejemplos de actitudes que muchos hombres no consideran violencia y/o discriminación:
– Decirle una guarangada, gritarle o hacer cualquier tipo de gesto o sonido que incomode a una mujer en la calle.
Desde los 15 años, pasando por la misma esquina la misma persona diciendo cualquier cosa que se le ocurriera, desde detalles del uniforme hasta.. y demás cosas. En un momento, cansada de la situación, mi familia me defendió y le dejaron en claro al sujeto sobre su acoso. Sólo duró un mes el tiempo en el que dejó de decir sus barbaridades. A partir de eso y muchas situaciones similares, el hombre no trascendetal, e irrespetuoso formó parte de mi lista negra absoluta.
Hoy en día esta persona sigue con sus groserías, habiendo pasado 8 años. Fue hace 2 cuando yo misma me dirigí a un tercero, dueño de ese local de revistas, alarmando sobre su empleado acosador, y viví algo de lo más indignante. El empleador, no pidió disculpas, no consultó, ni nada, simplemente dijo: Y Claro! cómo no te va a decir esas cosas, si a las mujeres les encanta… Vos sos linda, el es joven, al contrario deberías tomarlo bien.
En definitiva sentí que la obviedad con la que toman estas actitudes eran como hablar con la pared. Algunas veces los he enfrentado y se han quedado en silencio o peor aún contestado de manera violenta.Fuente: Buenos Aires Hollaback
– Pretender tomar decisiones sobre su vida escudado en su rol de hombre (padre, hermano mayor, etc).
Los datos reflejan también que, en su mayoría, el 70 por ciento de los casos son mujeres las adolescentes que eligen irse de su casa. La franja etaria afectada por este problema está entre los 13 y 17 años, mayoritariamente, en un 65 por ciento.
En relación a este punto, Fernández señaló que son mayoritariamente chicas las que dejan su hogar, “porque -explicó- los lazos de sujeción sobre las mujeres, a cualquier edad, son mucho más fuertes que sobre los varones, reminiscencias de un patriarcado que resulta difícil desterrar en las prácticas, y porque los proyectos de vida autónomos de las adolescentes mujeres asustan mucho más a sus padres, que si de varones se trata”.Fuente: La Mañana Neuquén.
– El paternalismo laboral.
“Hay jefes varones que por un falso paternalismo no les proponen viajes porque es casada o porque tiene hijos… Entonces se recortan posibilidades de desarrollo sin consultarnos”.
Fuente: Comercio y Justicia
– El maltrato en el noviazgo adolescente.
– Las estrategias de mantenimiento de poder sociocultural masculino
1. Culpar a la víctima.
2. Justificar al agresor.Estos mitos se mantienen a pesar de las modificaciones legales de los últimos años y se filtran en todas las instituciones socioculturales, desde la familia hasta los tribunales.
Fuente: Materiales didácticos para la prevención de la violencia de género
– Diferencia en el trato en situaciones cotidianas
– Finalmente, existe una negación por parte de muchos hombres de la violencia como un proceso escalar y cíclico:
La mayor dificultad se presenta al intentar romper el círculo de la violencia porque la mayoría de las veces la mujer golpeada, lastimada, no se atreve a denunciar el hecho sino hasta que ésta ha alcanzado niveles de extrema gravedad. No denuncia por varios motivos (vergüenza, temor, falta de recursos, falta de apoyo familiar, etcétera) y cuando lo hace, a las pocas horas intenta dejarla sin efecto pensando en sus hijos, en su familia, en el qué dirán; y ante el primer atisbo de arrepentimiento del victimario, lo perdona, intenta retirar la denuncia y todo vuelve a comenzar. Primero viene una época de frágil armonía y, ante el primer desencuentro por motivos muchas veces insignificantes, vuelven los golpes y muchas veces estas situaciones perduran por años frente a un núcleo familiar que ni siquiera intenta ver lo que suscede para ayudar.
Fuente: Comercio y justicia
No es un tema fácil ni agradable de hablar, pero es necesario erradicar la violencia de las familias educando a varones y mujeres en valores equitativos para su desarrollo como seres humanos.
Por otro lado los adultos (hombres y mujeres) deben ser reeducados para la eliminación de conductas machistas y sexistas en su vida cotidiana.
Para finalizar, el spot de Canal Encuentro sobre la violencia contra la mujer: