El mismo día que visitamos el Museo Ripley fuimos a conocer Wonder Works y cenamos en el lugar presenciando el show de magia y humor titulado Outta Control Comedy Dinner.
El museo
En términos generales, Wonder Works tiene mucho en común con Ripley en el sentido que sus salas son una colección de cosas extrañas, singulares y llamativas, aunque el concepto general es un tanto diferente.
Mientras que Ripley nació por la curiosidad de un hombre por cosas extremas, Wonder Works juega con objetos de la vida cotidiana para mostrar las maravillas que ocultan.
La muestra hay cosas como una cama de clavos, simuladores de sky, mecanismos, simuladores de desastres naturales, juegos con luces, juegos de fenómenos físicos, un lugar con agua a la misma temperatura que la que había en el mar la noche que se hundió el Titanic, una pantalla gigante para ver lugares en Google Maps, etc.
El último piso es una gran sala de juegos donde hay de todo para hacer, desde trepar redes hasta poner fichas en juegos electrónicos.
En cierta forma es una versión del Museo Barrilete para niños para que jueguen los adultos, ya que todo es interactivo y se puede tocar.
El show
En la parte trasera del edificio funciona Shazam, el salón comedor donde se puede asistir al show de magia.
El espectáculo tiene mucha interacción y humor en complicidad con el público, y esto es lo que llena la noche más que los trucos del mago.
Para los que no tenemos un inglés perfecto mucho de lo que se dice puede ser incomprensible por el ruido del lugar y debido al lenguaje más coloquial y hablado bastante más rápido.
El show en sí no es algo inolvidable, más bien se trata de una salida para una noche de vacaciones. Se van a reír, se van a entretener y no mucho más.
La comida
Dado que leí muchos comentarios negativos sobre este punto en sitios como Tripadvisor o Yelp es que voy a explayarme en detalle sobre él.
La cena se desarrolla en tablones comunitarios para unas 10 personas, donde se sirve un menú de bowls enormes de ensalada de entrada, pizza libre como plato principal y bizcochuelo de postre. Para los que llegan temprano también pueden disfrutar de un balde de pochoclo. La bebida también es libre.
Si bien la cena no es la mejor que he tenido en mi vida, y de las cuatro cenas-show a las que fuimos quizás haya sido la más floja en cuanto a lo rico del menú, es justo decir que todo se dejaba comer.
La ensalada era rica y tenía de todo, la pizza era al estilo yanki (grande, finita y blanda, contra las pizzas de masa crocante que preferimos acá) y el bizcochuelo estaba bien.
Si son como yo que se arreglan con cualquier cosa y no son delicados con la comida, es probable que no se hagan drama. Pero si esperan un servicio y calidad de restaurant… bueno, puede que se decepcionen un poco.
También cabe mencionar que es la opción de cena-show más barata de Orlando.
¿Vale la pena o no?
Después de todo lo dicho ustedes se preguntarán si vale la pena ir o no.
Si quieren hacer algo de noche y con un presupuesto acotado, la cena y la posterior visita al museo son una excelente opción. Van a pasar entre 3 y 4 horas entretenidos, según lo que quieran estar en las salas de atracciones.
Si son un poco más exigentes en lo que respecta a shows, comidas o a entretenimientos, es probable que sea un lugar para dejar pasar.
Nosotros la pasamos bien, pero somos el tipo de gente que se entretiene fácil y barato con casi cualquier cosa.
También creo que hace mucho a la experiencia el humor del grupo con el que vayan y el grado de cansancio que tengan. Si han hecho un día intenso de parques, es probable que el dolor de pies les impida disfrutar de la visita.
En mi caso particular había empezado mal el día con el embole que me pegué en el Kennedy Space Center y al volver a Orlando llegamos medio sobre la hora para alcanzar a visitar Ripley, ir a la cena y luego recorrer el museo.
Para la hora de la parte divertida se me estaban cerrando los ojos de sueño y tenía más ganas de ir a la cama que de estar jugando, así que la visita fue más rápida de lo que hubiera sido en condiciones normales.
Más datos
- Estacionamiento: al estar en el área céntrica les recomiendo que lleguen a la cena con tiempo porque encontrar lugar en el edificio del parking que está detrás del edificio puede ser un desafío.
- La entrada se puede comprar sólo para el museo o también para museo+cena.
- Comprando la entrada se puede entrar y salir del museo todas las veces que quieran.
- Es un excelente lugar para sacarse toneladas de fotos, en especial en el exterior del edificio.
- Como en los otros shows recuerden que hay que dejar propina a los mozos, que les sacan la foto de recuerdo que luego se ofrecen para la venta y que hay una tienda de souvenirs a la salida.
- Wonder Works tiene sucursales en varias ciudades de EEUU: Orlando, Pigeon Forge (TN), Panama City Beach (FL), Myrtle Beach (FL) y Syracuse (NJ).
Para más datos pueden visitar la web de Wonder Works.
La foto del edificio pertenece al sitio Florida Hottest Places, porque no sé qué paso con la que sacamos nosotros del exterior.
Las otras tres son mías.