Todos los argentinos fanáticos del básquet tienen el sueño de visitar San Antonio en Texas, la ciudad que consagró a Manu Ginóbili en la NBA junto a los Spurs.
Entre los atractivos de la ciudad están las famosas misiones que pertenecieron a órdenes franciscanas como las de la zona de Carmel en California.
El complejo de misiones que le dio origen a la ciudad está conformado por cinco lugares:
- Misión Espada: tiene la iglesia más pequeña.
- Misión San Juan.
- Misión San José: es la más grande de las cuatro.
- Misión Concepción: conserva la iglesia más original de todas.
- El Álamo: además de ser la misión que está en el centro de la ciudad, fue el lugar de una famosa batalla en la historia de Texas. Por lejos es la más visitada, y a la hora de cierre cuando nosotros estuvimos en el lugar era un mundo de gente.
La onda del lugar me recordó a la Estancia de Jesuítica de Alta Gracia en Córdoba.
Algo que hay que tener en cuenta es que, a diferencia de lo que sucede en las misiones de Argentina, las de Texas todavía tienen una función pastoral y si van durante el fin de semana es probable que no puedan visitar los templos por las misas y/o casamientos que tienen lugar en ellas.
De hecho, fue el segundo casamiento en el que nos colamos en ese viaje 😀
¿Cómo conviene hacer el recorrido?: en mi opinión la mejor manera es ir de la que está más lejos del centro (Espada) para terminar en El Álamo donde también van a poder ir al River Walk y al shopping que está allí (que la verdad es medio feo, ¡es increíble que dos argentinos hayamos salido sin comprar nada!).
¿Cuántos kilómetros tiene en recorrido?: lineales siguiendo el río deben ser unos 10 km, pero en auto son entre 15 y 18 según el camino que hagan.
Horarios: de 9 a 5 de la tarde.
Costos: entrada libre y gratuita.
Duración aproximada de la visita: para visitar todas las misiones pueden demorar unas 3-4 horas, incluyendo el tiempo de movilizarse en auto de un lugar a otro.
Estacionamiento: los estacionamientos son gratuitos en las misiones fuera de la ciudad. En El Álamo tienen playa en el shopping que hay al lado.
Debo hacer notar que fue la primera y hasta ahora única vez, que he visto carteles oficiales alertando de robos en EEUU. Se indica no dejar pertenencias dentro de los vehículos para no tentar a los amigos de los ajeno. Obviamente nosotros estábamos cargados hasta la médula y no íbamos a ir al hotel hasta la tarde, así que tuvimos que ir igual. Por suerte no tuvimos ningún problema.
Público: si van a la ciudad es uno de sus principales atractivos, así que yo diría que vale la pena recorrer un lugar declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Es apto para todas las edades y el único aspecto de dificultad física es el calor y que hay poca sombra en las áreas de estacionamiento.
Vestuario adecuado: dado que son templos, deben llevar un vestuario acorde al respeto que merece el lugar. Además sombrero y agua para soportar el sol tejano son imprescindibles.
Gift shop: si bien en algunas misiones había algo parecido a una tienda, la verdad no había nada que no pareciera comprado a algún hippie de las sierras de Córdoba, así que no compramos nada.
Lugares para comer: hasta donde yo recuerdo, salvo en los alrededores de El Álamo que es céntrico, no había restaurantes para sentarse a comer, aunque sí había bebidas a la venta.
¿Y qué tal las misiones? La verdad es que comparadas con las de Córdoba, son bastante menos interesantes. De hecho lo único que se conserva son los edificios, porque adentro están bastante peladas.
Nuestras visitas fueron bastante rápidas porque entre las misas y los casamientos no se podía entrar a ver las iglesias que era lo único que tenía algo llamativo. La verdad nos quedamos con un “Meh” como sentimiento general.
Si quieren leer otra opinión de una visita a las misiones pueden leer el post de Ana en Apuntes, ideas, imágenes.