Siguiendo con los posts de nuestro viaje por EEUU hoy les voy a contar de qué se trata la feria del libro a la que asistimos en la gran manzana, evento en el cual tuvo lugar la Book Blogger Convention.
La muestra tuvo lugar en el Javits Center del 5 al 7 de junio y en sus instalaciones se llevaba a cabo una muestra con stands de muchísimas editoriales, había salas de reunión, eventos paralelos para distintos tipos de profesionales (bibliotecarios, libreros, editores, etc), firma de libros, entre muchas otras cosas.
Nosotros ibamos con la idea en la mente que el evento sería similar a la Feria del Libro de Buenos Aires: lleno de gente, padres arreando chicos, promotoras entregando folletos con cara de culo, stands coquetos y atractivos, libros a la venta, encargados de los stands que ponen cara de perro cuando te ven tocando un libro… bueno, no digo que necesariamente todo sea así, pero acá las ferias son eventos masivos con todo lo bueno y lo malo que eso implica.
Entonces ¿Allá como es la cosa? Simple: es todo lo contrario 😛
- BEA es un evento exclusivamente profesional donde sólo asisten personas relacionada de una forma u otra con la industria.
Las acreditaciones al evento no son nada baratas y a su vez los precios varían según la actividad de cada quién, de manera que la presencia de gente que va de paseo o a matar el tiempo es impensable.
Algunos de los profesionales que cruzamos por allí fueron autores, editores, gente de relaciones públicas, libreros, bibliotecarios, docentes, bloggeros y periodistas especializados en el tema libros. - Como es un evento profesional, no había ningún despliegue escenográfico en los stands como vemos acá, más bien todo lo contrario. Los espacios eran austeros y llenos de los libros que a la editorial le interesaba promover.
- Tampoco había promotoras, ni con cara de culo ni con calzas que se le metían en el idem. Toda la gente de los stands era personal de las editoriales. Dependiendo del tamaño del espacio de cada marca había más o menos gente y más o menos diversidad de rol específico que desempeñaban (había vendedores, gente de PR, etc).
- En BEA no se venden libros, sólo es exposición, espacio para que los asistentes puedan ver novedades editoriales y para hacer negocios o entrar en contacto con las editoriales que a uno le interese.
- Lo que fue loco para nosotros: no se venden libros pero ¡hay un montón que se regalan!
En un momento estabamos visitando el stand de Amazon Publishing y vemos que una mina se pone a ojear un libro y después se lo mete en la bolsa donde ya se veía que tenía unos cuantos. Nosotros nos quedamos mirando desubicados como pollo que lo han cambiado de patio 😀 Ante la duda miramos un poco mas y vimos que otras personas hacían lo mismo. Ahí nos dimos cuenta que ese evento no se parecía en nada a lo que nos imaginabamos.
Casi todo lo que regalan para que uno agarre tipo autoservicio es ficción. En cuanto a otro tipo de material hay que hablar con el encargado del stand para contarle qué es lo que a uno le interesa. Si hay copias disponibles te dan y algunos otros te ofrecen ir el último día a la hora del cierre para que te den la copia de exhibición.
Así fue como terminamos la feria con 120 libros, de los cuales sólo pudimos traer para Argentina unos 70, la mitad de ellos de chicos. Tres ejemplos de los libros que trajimos son Fujimini Adventure Series, Jeff one lonely guy y un libro de geología de Omán. - Muchas editoriales nos contactaron por mail antes del evento para agendar reuniones y poder charlar sobres us títulos y lo que podían hacer con nosotros.
- Nadie puso cara de nada cuando decíamos que eramos blogueros; muy por el contrario nos decían “Ok, ¿qué libros te interesan?” y siempre se mostraron dispuestos a ofrecernos material o seguir en contacto para trabajar.
- ¿Qué se veía en la feria?: muuuucha ficción, especialmente de lo que ellos clasifican como Young Adult (que van a encontrar abreviado en mucho lugares como YA). Dentro de esta categoría esta muy de moda el género Distopía.
Editoriales de libros para niños había muchísimas y con diferentes especializaciones que iban desde libros de divulgación científica hasta libros de las películas de Disney.
Luego había textos de no ficción de temas variados: arte, música, algunos de negocios (no tantos como hubiera imaginado), cocina, y un largo etcétera.
Había una sección de e-books por la que pasamos nomás.
Había editoriales cristianas y de autoayuda, pero no eran omniprescentes.
También había editoriales extranjeras: italianas, árabes (Arabia Saudita y Omán), brasileras, hispanas (España y México), había un gran stand llamado Read Russia y creo que también había cosas en chino y japonés. - ¿Qué no vi en la BEA?: textos teóricos universitarios. Libros técnicos salvo por el stand de O’Reiley. Libros políticos, casi nada. Libros sobre divulgación histórica al estilo de los de Pigna, nada. Tampoco vi de psicología ni de divulgación científica para adultos.
Rescato el libro Economix de la editorial Abrams que es de divulgación de temas de economía en formato de cómic.
No vi novelas históricas, supongo porque la moda de la ficción allá pasa por otro género. - En el desparramo de actividades no nos enteramos a tiempo de la firma de autógrafos que hacía Stacy London con motivo del próximo lanzamiento de su libro The truth about style. Lástima, me hubiera gustado verla en persona.
- ¿Se acuerdan que hace un tiempo refutaba a alguien que decía que las tarjetas personales eran algo obsoleto e inútil?. Adivinen qué: ¡Tenía razón!
A un megaevento así uno puede ir descalzo, despeinado, hasta desnudo… pero ir sin tarjeta es la cosa mas impensable y políticamente incorrecta que uno podría hacer.
Imaginense un espacio con cientos de expositores, miles de asistentes y muchísimas interacciones a lo largo de la feria ¿a qué profesional de PR le puede interesar que le digas “Anotá mi Twitter”? A ninguno. De hecho, varios nos pidieron nuestra dirección postal para enviarnos material.
Todos los bloggeros tenían tarjetas (y en sus posts pre BEA recomendaban tenerlas), todos los profesionales te daban la suya…
Por eso repito lo que dije en su momento en aquel post: si uno quiere hacer negocios tiene que abrir todos los canales posibles para que la persona que nos interesa pueda comunicarse con nosotros. El que quiera tontear en Twitter y le no le interese el mundo que NO ESTA todo el día paveando en esa red de microblogging… y bueno, que después no se queje si es ignorado olímpicamente.
La tecnología está muy bien, pero ser más papistas que el papa es un estupidez que cuesta relaciones comerciales que el día de mañana podrían significar negocios. Y la verdad que demasiado caro sale ir hasta allá como para desaprovechar oportunidades por hacerse el snob en huevadas.
Básicamente esto es lo que destaco de la BEA. Espero que Guille sume sus comentarios porque con tanto para ver era para marearse la cosa.
La foto que ilustra el post pertenece a la Fanpage de BEA.