De vuelta por las pampas cordobesas después de 10 días en Uruguay, nobleza obliga a escribir este post agradeciéndole a Ale por recibirme tan amable y pacientemente en su casa de La Paloma, un pintoresco pueblito balneario de la costa uruguaya.
Hace como 15 días atrás estaba yo aburrida, con el msn predido y de golpe le digo a Ale si hay hostel en La Paloma y el me dice que tiene una casa y que con cuanta gente voy.
– Yo sola nomás.
Y bueno, así a los tres días y sin mucha planificación (como todos mis viajes) caí a Uruguay por primera vez. No hubo mucho tiempo para ver el paisaje porque el vuelo me dejó tan solo en una hora en Montevideo. De ahí, y en bondi, llegué hasta La Paloma.
Una de las cosas particulares de ir a la casa de un bloguero es que hay algo infaltable: internet 24 hs.
Y por ser bloggero uruguayo hay una mas: un termo wi fi que lo provee de mate las 24 hs del dia 😛
No era leyenda urbana que a los uruguayos el termo les crece como un órgano más. Los vi tomando mate mientras caminaban en la calle, en el aeropuerto, mientras atendían sus negocios… bastante más materos que acá. Como no tomo, opté por el té de naranja de microondas (algún gadget necesitaba pa’ no ser menos 😀 ).
Cada día le usurpaba la notebook a mi sufrido anfitrión después de levantarme a eso de las 3, 4 o 5 de la tarde mientras me ocupaba de malcriar con pizza y budin a Michigan, la perra pastor alemán de Don Spamloco, que algunos días vino a despertarme moviendo la cola. Fue bueno que Ale no imitara eso, destruiría su reputación entre los bloggeros.
Algunas de las actividades durante el día eran ir a caminar con Michi a la playa, tomar sol o a dar vueltas por ahí. Sí, también actualizar los blogs y hablar por MSN y leer el feed y mostrarle los mails con propuestas indecentes que me llegan.
Por las noches aprovechamos para ir a cenar; yo mariscos y él algo que no varió entre milanesas con papa fritas y lomito (que allá lo llaman chivito). Las charlas de la cena oscilaban entre mis trolls, trucos de seo, ganar dinero con adsense y sacarle el cuero a Pablo que está de vacaciones en Brasil.
Como buen caballero que es, nunca me dejó pagar ni una sola cena… quizas que se me noten los huesos era algo que le daba pena y quería hacer algo por una chica con pinta de desnutrida. En cualquier cosa, yo siempre digo que un hombre que no le tiembla el pulso para abrir la billetera es para tenerlo en cuenta, así que ya saben las que tengan el 14 de febrero libre y quieran ir a prepararle un almuerzo romántico.
Entrando en los últimos días y gracias a una invitación de Jime, amiga personal y motorizada de Ale, nos llevó hasta La Pedrera; otro pequeño poblado junto al mar en donde tienen casa Maitena y el Pelado de la Bersuit, entre otros famosillos por ahí.
Se pasaron los días y ya tocó volver para Córdoba intercambio mediante de un Fernet 1882 y un par de libros re lindos de Eduardo Galeano, a quien mi amigo uruguayo nunca había leído, por un libro sobre SEO y 10 días de soportarme estoicamente en su casa.
Evidentemente salió perdiendo él, pero bueno, así funciona el mundo de los negocios.
Muy lindo viaje y ha sido un placer sumar a otro amigo gracias a internet. Para que vean que no es tan malo estar todo el día con la computadorita, después de todo.
Por cierto, abro el registro de bloggeros que me reciban cuando me quiera ir de vacaciones 😛