Oiga chamigo aguará (1985)
Este libro continúa con el estilo teatral que habíamos visto en títulos anteriores de la autora como son Abran cancha aquí viene Don Quijote de la Mancha y Colón agarra viaje a toda costa. Al igual que en estos casos se utilizan como recursos el humor y la prosa rimada.
En este caso la acción no emula un hecho histórico ni se refiere a un libro clásico, si no que transcurre en el monte chaqueño donde un aguará descubre una nueva manera de procurarse sustento: convertirse en cobrador de peaje de buenas a primeras haciendo valer una ley que él solito inventó (cualquier parecido con la realidad… ).
Los bichos del monte van dándose cuenta que que es muy raro que lo que antes era un servicio y un derecho de todos los animales ahora está restringido por el aguará que utiliza todo tipo de mentiras y embustes para asustar a todos aquellos que reclamen contra la medida.
Es un libro entretenido para chicos que tiene a su vez una segunda lectura a ojos de sus padres.