La mayoría de nosotros conoce a Isabel Allende por sus obras para adultos como La casa de los espíritus, De amor y de sombra, Eva Luna, etc; y supongo que somos muchos los que ignorabamos esta obra de literatura infantil.
Este cuento estaba originalmente recomendado para chicos desde los 12 años, pero sinceramente me parece más adecuado para chicos entre los 8 y los 10 años.
La historia es bastante simple: un señor que vive una vida monótona y gris un día cambia su realidad gracias a un elemento extraordinario, en este caso la estatua de una gorda de porcelana.
Mi calificación para el libro: zafa. No tengo mucha literatura infantil encima, pero me animo a decir que hay cosas mucho más interesantes para los chicos.
Supongo que para trabajar en clase está bien, el cuento es corto, fácil de leer, no tiene palabras complicadas, el libro tiene dibujos, pero…
Lo que no me gustó:
– El estilo narrativo me parece bastante aniñado.
– La estructura narrativa me pareció demasiado lineal, tradicional y aburrida.
– Me pareció que se comentían varios de los 10 errores que hay que evitar en la Literatura Infanto-Juvenil.
La historia deja mucho que desear en cuanto a la presentación de los personajes, el uso de adjetivos es superfluo en varias oraciones, falla en el desarrollo de la “media premisa” sobre la cual la estatua tiene vida (¿por qué está viva? ¿Cómo puede volar? ¿Cuál es su historia?), hay demasiados estereotipos y el final es bastante zonzo.
– La historia tenía potencial, el título está bueno, pero me parece que le faltó consistencia.
Por más chapa que tenga la autora, creo que la LIJ no es lo suyo.