Encuentro con Flo (2005)
Este es un libro al que se podría aplicar la trillada frase hecha “es un reencuentro con la vida”.
La novela narra la historia de Julieta, una adolescente de 13 años que deberá convivir con su abuela enferma de Alzheimer en su misma habitación durante algunas semanas. La chica nunca tuvo un trato cercano con la anciana y tampoco conoce mucho de su historia hasta que empieza a releer viejas cartas que llegaron en el equipaje.
La estructura narrativa es la de una historia dentro de otra historia, donde por un lado está el presente de Julieta y Flora y por otro el pasado familiar de la abuela durante el verano en el que tenía 15 años.
Los personajes son interesantes y la lectura es amena durante todo el libro.
Es digno de elogio la manera y el tono con el que se ha trabajado el tema de la enfermedad, sin golpes bajos, sin lástima, sin bronca, sin ese sentimiento de injusticia divina como chivo expiatorio. Se habla de la enfermedad pero sin victimizar a la persona que la padece ni a su entorno y, muy por el contrario, se transforma en una excusa para el reencuentro con la Memoria Familiar (dicho así, en mayúsculas).
En este sentido creo que es una obra que puede ir muy bien con la novela Los ojos del perro siberiano, donde también se aborda una relación construida debido (o casi) a la enfermedad del hermano mayor del adolescente que narra la historia. 
Dos perlitas
– En el audio de Poldy Bird que incluí en la reseña de sus libros ella lee una historia sobre su tía quien aparentemente estaba afectada de Alzheimer.
– Hay un proyecto muy interesante llamado Las Caras del Olvido para pintar murales en espacios públicos honrando a personas con esta enfermedad:
La idea de esta convocatoria nació con mi abuela, Ermelinda, enferma de Alzheimer desde hace 10 años.
Mi obsesión por sacarle fotos, a un ser que se fue achicando de a poco, que fue perdiendo el sentido del habla pero que jamás perdió su sonrisa, llevó al artista callejero Clavahead a plasmarla en las calles de Buenos Aires. Al despertar el interés de algunos medios, nos pareció que un proyecto más global y comunitario sería una linda manera de rendir tributo a los enfermos, a sus familiares y a su vez a atraer más atención a esta enfermedad de la que tan poco se habla.
(…) Este proyecto está pensado porque creemos en el efecto alud de las buenas acciones y porque queremos homenajearlos, no solo a los enfermos si no también a sus familias.
Para no olvidar a aquellos que por la enfermedad de Alzheimer ya no recuerdan.
Ojalá que las docentes que trabajen con este libro en las escuelas se sumen a este proyecto invitando a los chicos a pintar murales, de seguro será una experiencia muy movilizadora.
Más allá de ser un libro dirigido a adolescentes (desde la editorial lo recomiendan para chicos entre 12 y 14 años), creo que puede disfrutarlo sin problemas cualquier adulto.
Heredé un fantasma (2005)
Ana de un día para otro se entera que es la heredera de la casa de su tía Dorotea, muerta hace 10 años. Sin embargo, y por extraño que parezca, recién ahora es notificada de su buena fortuna pero para poder hacerse de la casa deberá cumplir con un extraño pedido: habitarla inmediatamente y de forma ininterrumpida sin que nadie lo sepa. Viviendo en la casa se encontrará con un habitante espectral que no esperaba conocer.
Esta novela, al igual que la de la reseña anterior, recrea la relación de la protagonista con un familiar casi desconocido para reconstruir una historia de vida(s) pasada(s).
En líneas generales es un novela entretenida, de hecho la leí en un par de horas. Empieza interesante con el misterio de la tía muerta, la llegada a la casa, el descubrimiento de ese espacio abandonado y el encuentro con el fantasma; pero hacia la mitad se va diluyendo un poco con los pedidos que el espíritu le hace a la protagonista.
Es interesante la construcción que se hace alrededor de Goethe lo que permitiría un intertexto con obras del autor como Fausto, que a su vez permitiría que se hable del Fausto de Estanislao del Campo. Es una buena forma de introducir a los chicos en la lectura de tres obras a través de una.
Resumiendo: es entretenida, no me gustó tanto como la anterior pero se lee rápido y tiene varias cosas útiles para que las docentes de lengua propongan trabajos en el aula.
La editorial lo recomienda a partir de los 9 años, a mi me dió la sensación que es para chicos un poco más grandes y coincido con el Ministerio de Educación de Córdoba que la sugiere a partir de los 12.