Debo confesar que a este libro lo había borrado de mis listas por ser bastante viejo (una 2da edición de 1986 era el ejemplar que leí), pero cuando me lo crucé el otro día en la biblioteca no pude menos que aprovechar para sacarlo y darle una oportunidad.
Les recuerdo a los que estén interesados en una antología de este tipo que una opción más reciente es el libro Córdoba Cuenta de Editorial Comunicarte.
Los autores y los cuentos
– Beatriz Aranda Durañona
- El sapito y la flor: un cuento que le hace honor al título y que agrega como protagonista a un viejo ermitaño y a un charango.
- Globito azul: me gustó el planteo inicial del cuento donde el globo se relaciona con sus semejantes y el nudo de la historia donde va en busca de su destino. El cierre de la historia con el niño triste me pareció algo melodramático.
- El cazador de nubes: un chico tiene como sueño cazar una nube y una maga lo ayuda a lograrlo.
- Las aventuras de la familia Ra: es la historia de una familia de ratones que usa el viejísimo recurso de ir agregando elementos a la historia inicial a medida que se repite.
Se supone que los chicos aman los juegos de repetición, así que quizás funcione mejor con ellos que conmigo.
– María Rosa Finchelman
- Boa Boidos, buscamimos: “una boa con problemas de autoestima y una verbena egocéntrica”, podría titularse esta historia. No me gustó.
- Mumy la gata persa: he leído muchos cuentos protagonizados por gatos y no creo que éste entre en mis favoritos. Me recordó al cuento El gato de Lizt de Roal Dahl.
– María Eugenia Laguine de Flores
- De cómo Rechuf se fue a vivir al zoológico: lo que me pareció simpático de este cuento es que da una explicación sobre el origen del tren del zoo de Córdoba.
- Un cuento de vientos: la historia de cómo un viento chiquito desea convertirse en una tempestad de recorra miles de kilómetros.
– Cristina Fulla
- El trabajo de las nubes: un cuento sobre la sequía. Podría haber sido interesante si hubiera sido más consistente en el tema del ciclo del agua como lo fue Nube.
- Satélite de queso: las ratas del mundo se unen para viajar a la luna.
– Hawa Gazi
- El día que perdió su noche: un día tan largo que parece que la noche jamás va a llegar.
- El cuento del mar: más que cuento de mar es un cuento sobre un pañuelo a lunares. No me gustó.
– María Luisa Cresta de Leguizamón
- Pedro y la luna enjaulada: este cuento sobre un chico que quiere atrapar la luna está incluido en la antología Córdoba Cuenta bajo el título “Pedro y la luna encantada”. Recomendado desde los 5 años. De esta autora he reseñado La aventura de Mirandolina.
- Historia del sueño: cuento reseñado en el libro Cuentos de sueños.
– Estela Smania
- Jacinto: un cuento sobre un nene con hipo. Está bastante simpático y la temática es poco frecuente. La escritora Graciela Cabal tiene un cuento con el mismo nombre.
- Fuga de vocales: no me gustó el tema de las vocales fugadas del nombre del pila del protagonista, pero leer que el chico se llamaba “Cesarito” me dió dolor de estómago. No hay ser humano en el universo al que le guste que usen su nombre en diminutivo.
De esta autora también he reseñado ¡Ay Renata!
– Lidia de Tosco
- Cuento para dos: me recordó mucho al cuento La Aventura de Mirandolina que mencioné más arriba. De hecho es casi la misma historia con una medusa en lugar de ser con un pez.
- Gobi el pez: siguiendo con la onda marina, un cuento sobre un pez que termina en moraleja. Detesto los finales aleccionadores.
Conclusiones sobre este libro
Es notable la diferencia en los temas, los protagonistas y el estilo narrativo que hay entre los cuentos para chicos de hace casi 30 años y los de hoy.
Creo que puede haber algunas historias que hayan resistido mejor el paso del tiempo y otras que incluídas en un libro actual con un diseño moderno se vean más frescas. Sin embargo, me parece que varios de estos textos suenan un poco arcaicos en los oídos de chicos del siglo XXI.
Demasiada adjetivación, demasiadas onomatopeyas, demasiados aumentativos y diminutivos… demasiadas cosas que ya no se usan en los libros para chicos que se leen y se producen hoy.
Me parece que sería bueno que el Ministerio de Educación de Córdoba se actualice un poco en el material que propone y sugiera libros que se consigan en cualquier librería y que, a su vez, contengan un lenguaje acorde al estilo utilizado hoy en día.