¿Quién no ha leído alguna vez o escuchado de la boca de padres o maestros un cuento de este autor?
Prolífico como pocos, ha inundado generaciones de chicos de todo el mundo con sus historias inolvidables: La Sirenita, El soldadito de plomo, El patito feo, El traje del emperador y muchos cuentos más.
Los cuentos más conocidos pueden funcionar bien a cualquier edad, sobre todo encontrando la versión adecuada para cada una. Por eso, tomen las sugerencias del Ministerio de Educación de Córdoba en cuanto a los títulos por edad que hay en los posts específicos por edad.
Es difícil sentarse a hacer una reseña de un ídolo de multitudes, pero creo que vale la pena repasar algunos de los cuentos que no son tan conocidos. Después de todo, en literatura repetir todo el tiempo “una que sepamos todos” no es tan divertido.
Algunos cuentos que me gustaron
– La fosforerita: un cuento interesante para tratar el tema de los chicos en situación de calle.
– El traje del emperador: uno de los mejores cuentos del autor y un excelente ejemplo de los que son las clases dirigentes de todos los tiempos 😀
– Colás el chico y Colás el grande: un cuento entretenido sobre la ambición.
El control social a través del mensaje moralizante de los cuentos para niños.
Como este post va a ser visitado (eso espero) por padres y docentes, me gustaría que tengan presentes que muchos “cuentos para niños” tienen en realidad un mensaje social moralizante y no siempre justo por detrás.
En este link podrán encontrar una tesis muy interesante sobre el universo simbólico que hay detrás de los cuentos.
La autora, Ana Rebeca Urmeneta Garrido, dice en la intruducción de su trabajo:
“La problemática general en la que se encuentra inserto el problema de investigación que presentamos en esta tesis, ha sido denominada por la sociología como control social. En este estudio nos adentramos e indagamos en uno de los espacios sociales en los que el control social opera y despliega sus mecanismos y estratégias: la escuela.
En dicha institución social, descubrimos la intervención de un sutil dispositivo, destinado a producir disciplina y adecuación en los sujetos de control, mediante un mecanismo de naturalización de la realidad social, el panóptico simbólico. Este dispositivo disciplinario se encuentra inserto en el mensaje de cierto tipo de cuentos infantiles en los que subreptiaciamente se despoja a las normas de su contenido social reificándolas, es decir naturalizándolas.
(…)
El panóptico simbólico se halla presente en cierto tipo de textos, que denominamos cuentos moralizadores, los que se caracterizan por poseer una estructura narrativa en la que subyace una ideología que otorga valor de la obediencia un papel primordial y donde se promueve procesos de reificación. Esto es lo que llamamos mensaje disciplinario de los cuentos infantiles (MDCI). Se trata de textos en los que se hace alusión explícita a una norma social y en los que se presenta un dilema normativo, usualmente la desobediencia a la norma por parte del personaje principal. (…) Los cuentos con mensaje disciplinario se caracterizan por la intervención de agentes externos a la comunidad en la resolución de este conflicto. (…) La intervención de agentes externos es inexorable, estos se hallan en un espacio extrasocial y/o suprasocial, de vigilancia y control contínuo. (…) La función de este dispositivo no es sólo vigilar y ejercer control sobre el personaje principal, sino, y de manera fundamental, sobre el lector/a. Se trata de una forma singular y sutil de enseñanza de la obediencia en la escuela que constituye parte del curriculum oculto. (…)
Este post ya justifica todo el cuatrimestre de Sociología que cursé en la universidad (y yo que no le tenía fe a esa materia 😛 ).
Algunas perlitas que encontré en los cuentos de Andersen:
– Los zapatos rojos: este cuento tiene muchas referencias a la iglesia, por un lado; y una bajada de línea bastante fuerte sobre lo que es aceptable y no en una niña. Que los zapatos sean rojos, la hagan sólo bailar y que por esto sea condenada por un ángel… hummm, ya saben a que apunta: si te gusta la joda y te vestís como puta vas a ser castigada horriblemente.
Curiosamente es uno de los cuentos incluídos en las sugerencias de lecturas para chicos del Ministerio de Educación de Córdoba.
Este cuento me recordó, en la parte de los pies con vida propia, a “El loco de la patada” del libro Queridos monstruos de Elsa Bornemann.
– El porquerizo: otra historia con bajada de línea sobre la castidad femenina.
La princesa rechaza a un príncipe (príncipe venido a menos, según el cuento. Parece que tenía un terrenito de herencia nomás 😀 ). El tipo se disfraza para pedir empleo al rey y cuando entra a trabajar al castillo hace unos inventos raros que le vende a la chica a cambio de besos. Cuando el padre la ve “pagando”, los echa del reino a ambos. El chico muestra su verdadera identidad diciendole a ella que lo rechazó como príncipe pero bien que agarró viaje con un mugriento que hacía pavadas. Así que ahora que ella es una desterrada, que se joda por no haberle hecho caso en su momento.
– Lo que hace el padre bien hecho está: el marido hace un negocio peor que otro pero la mujer está entrenada para felicitarlo siempre y encontrar el justificativo a sus malas decisiones por que él siempre sabe lo que es mejor.
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