Cuando me llegó este libro pensé “ok, me voy a mentalizar para leer historias de minitas y sus amigas”.
Crecí en una casa donde éramos tres hermanas, cada una con sus amigas. Además íbamos a un colegio sólo de chicas, donde tuve que soportar otras 30 niñas y mujeres en un aula toda la primaria y la secundaria.
Todos estos años me han derivado en que prefiero tener amigos varones, prefiero charlar con varones y prefiero pelearme con varones, llegado el caso.
No es que todas las mujeres me caigan mal, es que por una misteriosa razón tarde o temprano todas las conversaciones terminan en cuereadas, ropa, dieta o problemas de pareja. Y si son madres, en fotos de hijos y discusiones de crianza aún cuando yo no tenga chicos ni me interese el tema.
Otra cosa con la que hay que lidiar cuando hay una manada femenina en casa es con la guerra de egos, protagonismos y posesiones. En mi casa hubo varios amagos de inicio de la Tercera Guerra Mundial:
Me acuerdo cuando mi hermana más chica le estrenó un saquito a la del medio… con los gritos y la pelea que hubo me sorprendió que los vecinos no hubieran llamado al ETER.
Otro drama épico sucedía cuando a una le venía y alguna otra se había tomado el último Ibuevanol. Las hormonas hacen que los temperamentos, turbulentos en un día normal, estallen como si se tratara del volcán de la isla Martinica.
No me olvido de las peleas por la ropa interior, que mi mamá siempre ponía en cualquier cajón y que cuando nos quejábamos nos mandaba a que cada una se lavara su ropa. El problema no pasaba tanto por donde dejaba la ropa, si no porque el corpiño favorito de una siempre quedaba en el dormitorio de la otra, que no dudaba en usarlo porque esa noche salía y el bretel finito le quedaba justo para usarlo con la remerita nueva.
Y hablando de mi mamá, cada vez que se sacaba en nuestra adolescencia nos gritaba “No veo la hora que se casen y se vayan”, y las tres de molestas le decíamos “Nunca nos vamos a casar”. Y hasta ahora venimos manteniendo la promesa 😀
Así que ya ven, no es fácil sobrevivir entre mujeres.
Es por eso que el texto que más me gustó de este libro es el que hablaba de dejar ir las relaciones que no funcionan.
La autora contaba que se dió cuenta que su amiga de toda la vida se había convertido en una persona quejosa y egocéntrica que estaba más interesada en sí misma que en compartir la relación. Aunque no quiso verlo en un primer momento, desde hacía tiempo sabía que que la relación había llegado a su fecha de vencimiento y que tenía que dejarla ir.
Más allá de esto, el resto de las historias sí son felices y hablan de lo lindo que es vivir la amistad entre chicas.
Las 101 historias de amistad entre mujeres de todas las edades están divididas en los siguientes capítulos:
- El proyecto “Nueva Amiga”.
- Mi grupo.
- Ella sabe.
- En la misma cuadra.
- Funciona.
- Lanzarse.
- A segunda vista.
- Aventuras con las chicas.
- Distante y cercana.
- Las cosas escritas.
- Amigas parientes.
Datos editoriales
Editorial: Chicken Soup for the Soul
Páginas: 400
Idioma: inglés
ISBN-10: 1611599075
Este libro está disponible en versión digital y papel en Amazon.