Este pequeño libro contiene cuatro cuentos divididos en capítulos y da la sensación que todos ellos son borradores de novelas que no llegaron a concretarse. Un breve repaso por todos ellos:
– ¡Chao!: Es el que da el nombre al libro y cuenta la historia de una mujer que abandona a su familia para ir detrás de un hombre del cual se enamoró. La historia está narrada a través de su hija mayor que intenta evitar que su mamá los deje.
Está bueno el planteo pero queda a mitad de camino entre cuento y novela dejando gusto a poco.
– El bistec y las palomitas de maíz: un chico rico y uno pobre se transforman en compañeros de colegio gracias a la beca que ganó este último. Cuando llega el momento de conocer sus respectivas casas las asimetrías se hacen tan evidentes que del chico de la favela nace la bronca y el resentimiento frente al que consideraba su amigo.
Es una temática en cierta manera similar a la de Mi planta de naranja lima, pero con un tratamiento más light y de nuevo dejando más dudas que certezas en la construcción de la historia.
– El trueque y la tarea: otro cuento con un formato extraño donde se comienza contando la historia de dos hermanas para finalizar hablando del oficio de escritora.
– Allá en el mar: quizás como cuento sea el más logrado del libro, ya que no está conformado por capítulos y narra la historia del rescate de un barco a la deriva.
Los dos primeros cuentos tienen un plus interesante en las cartas y mensajes dibujados como elementos paratextuales.
En mi escala gustológica le doy un 5 de 10. Se deja leer, pero si no lo hacen no se pierden ninguna obra maestra.