Retomando un poco los posts sobre textos teatrales, hoy les traigo dos del famoso Alejandro Casona que seguramente muchos de ustedes han visto en el colegio y/o, por qué no, han disfrutado soble las tablas de algún teatro.
La barca sin pescador (1945)
Esta obra de teatro comienza con estas dos citas:
“En el más remato confín de la China vive un Mandarínm inmensamente rico, al que nunca hemos visto y del cual ni siquiera hemos oído hablar. Si pudiéramos heredar su fortuna, y para hacerle morir bastara con apretar un botón sin que nadie lo supiese, ¿quién de nosotros no apretaría ese botón?”
Chateaubriand. “El genio del Cristianismo”
“Después me asaltó una amargura mayor. Empecé a pensar que el Mandarín tendría una numerosa familia que, despojada de la herencia que yo consumía en platos de Sèvres, iría atravesando todos los infiernos tradicionales de la miseria humana los días sin arroz, el cuerpo sin abrigo, la limosna negada…”
Eça de Queiroz. “El Mandarín”
En el desarrollo nos encontraremos con un hombre corrupto que toda su vida ha hecho y deshecho en su propio beneficio sin preocuparse de las consecuencias que pudiera generar en los demás.
Su empresa está al borde de la quiebra y cuando entiende que no tiene nada que perder aparece un misterioso caballero a ofrecerle un trato a cambio de lo único valioso que le quedaba. A partir de ahí el protagonista vivirá con su decisión y sus consecuencias sobre la espalda, y por primera vez aparecerán los dilemas éticos de su conciencia.
La historia me pareció bien, entretenida aunque un poco lenta al principio. Quizás el final no me terminó de gustar, hubiera preferido uno más “justo” con su protagonista.
Lo que subrayé como llamativo es un detalle: ¿vieron que siempre en los libros y las películas los que hacen pactos con el diablo son hombres? Y como contrapartida, casi todos los casos de posesiones demoníacas tienen como víctimas a mujeres. ¿Será por algo en particular? ¿Quizás el folclore popular refuerza la idea de que los hombres hacen lo que sea por dinero y poder mientras que el alma de las mujeres sólo puede ser cooptada por la fuerza?
Seguramente habrá algún estudio sobre la figura del diablo en la literatura que amplíe un poco este tema, por el momento lo dejo como una curiosidad.
Los árboles mueren de pie (1949)
Antes de leer este texto me imaginaba que se trataría de algo mucho más dramático y trágico, pero en realidad me encontré con una obra que si bien no definiría como humorística tiene una cosa de alegría y esperanza en su planteo.
Lo que más me sorprendió fue que al cabo de algunas páginas pensé “Esta obra me hace acordar a Los Simuladores”. De hecho no me sorprendería saber que fue uno de los textos que inspiró a los creadores del programa de TV.
El principal parecido es que la obra relata la existencia de una organización secreta que se dedica a simular situaciones para cambiar la realidad de terceros. Este grupo no tiene fines de lucro y su objetivo es desarrollar la simulacion como si fuera un arte para que los engaños sean perfectos y de una belleza insuperable.
El conflicto central de la obra ocurre mientras ejecutan una misión a pedido de un anciano. No les puedo dar más detalles sin revelar cosas cruciales del texto.
Es un texto fantástico que los va a enganchar totalmente, más aún si han sido seguidores de la serie (que quizás desarrolla mejor a ojos del televidente los transfondos del funcionamientos de la organización y lleva a sus misiones a situaciones por momentos delirantes).