Esteban Echeverría es un viejo conocido para casi todos los que hemos pasado por las aulas del colegio secundario y para aquellos otros que han estudiado literatura argentina en la universidad o en algún curso particular.
Así que lo que hoy me toca presentar son textos que generan una mueca de asco en el adolescente promedio y cara de esta-juventud-perdida en los docentes.
De todas maneras, no son tan malos como otros que podrían sugerirles, mis estimados párvulos. No se quejen tanto que podrían hacerles leer El paraíso perdido de Milton o Por quién doblan las campanas de Hemingway, libros que dos conocidas padecieron en las aulas y reforzaron su natural aversión por la lectura.
Elvira o la novia del Plata (1832)
Fue la primera obra romántica publicada en el Río de la Plata. El texto narra la historia del amor de Lisardo y Elvira hasta la muerte de ésta.
Es un texto donde se exalta la voluptuosidad del amor, tiene sensualidad y un cierto erotismo (para la época en que fue escrito, claro) y suma varios puntos entre los alumnos que obligadamente lo van a leer es que es corto y encima escrito en verso.
Opinión personal: si no lo leen no se pierden nada, a menos que tengan que rendir un examen o les toque presentar un trabajo práctico con nota.
Antes que alguna profesora me achaque de dar un mal ejemplo diciendo que este poema aburre, en el ejemplar de Colihue correspondiente a esta obra dice textualmente:
“1833. Amargado por la frialdad con que fue recibida su obra, por la situación política, y agravada dolencia cardíaca, se marcha a Mercedes, Uruguay.”
Si no les gustaba a sus contemporáneos, no vamos a obligar a chicos del siglo XXI a que les encante ¿o no?
La Cautiva (1837)
Otro relato en verso incluído en el poemario “Rimas”. A diferencia de lo que pasó con el texto anterior este fue un verdadero éxito en su época.
La obra narra la historia de María, una chica tomada como cautiva por los indios en la inconmensurable pampa argentina. No se especifica exactamente el lugar, pero es evidente que se trata de alguna zona donde los naturales y los criollos se disputaban las tierras.
A su rescate va Brian (según mi profesora de literatura de la facu hay que pronunciarlo como se escribe porque el tipo era irlandés, no inglés), y de la refriega entre blancos e indios se va construyendo el relato.
Este texto tiene una gran belleza en la descripción de los paisajes, los sentimientos y las emociones de los protagonistas. Típicamente romántico, todos estos aspectos aparecen exaltados a tal punto que pareciera que no alcanzan las palabras para describirlo todo.
La de esta obra es la misma pampa y los mismos indios que Sarmiento despreciaría tanto, y no sólo en el marco de lo literario.
Opinión personal: más allá de que les toque leerlo por obligación, es un bello texto. Un poco mas largo que el anterior y con una historia más interesante y mejor contada. Tiene amor, tiene peleas, tiene sangre… como una de Bruce Willis pero de hace 200 años 😀
El matadero (1871)
Este cuento habla de los tiempos de Rosas con una metáfora perfecta de las luchas de la época.
Una virtud de los textos que se convierten en clásicos es que pueden leerse como actuales. Y muchos pasajes de El matadero calzan perfecto con la realidad política de la Argentina de hoy.
Me quedo con el párrafo final de la obra para ilustrarlos mejor:
“Llamaban ellos salvaje unitario, conforme a la jerga inventada por el Restaurador, patrón de la cofradía, a todo aquel que no era degollador, carnicero, ni salvaje, ni ladrón; a todo hombre decente y bien puesto, a todo patriota amigo de las luces y la libertad; y por el suceso anterior puede verse a las claras que el foco de la federación estaba en el matadero.”
Opinión personal: es un buen texto para leer junto con material histórico de la época.
Más allá de tener que leerlo por obligación, creo que es un texto difrutable y que puede deparar muchas reflexiones sobre nuestra historia como país.