El Observatorio había dejado de funcionar en 2003 por problemas de presupuesto, técnicos y de logística. Este año, reinició sus actividades con observaciones de prueba, y en 2009 se pondrán en marcha diversos proyectos de investigación. [12.12.2008]
El viernes 12 de diciembre se llevó a cabo un acto para relanzar la Estación Astrofísica de Bosque Alegre. Este predio de la UNC fue proyectado en 1908 por el entonces director del Observatorio de Córdoba, Charles Dillon Perrine y puesto en funcionamiento casi tres décadas después.
“Fue ideado para ser el más grande del hemisferio sur en su tiempo y dio comienzo al estudio de la Astrofísica en la Argentina. Esta disciplina encara el estudio del universo desde el punto de vista de la estructura de las estrellas, las galaxias y la composición química”, explicó el actual director Emilio Lapasset, durante el discurso que brindó en las instalaciones de Bosque Alegre.
La Estación Astrofísica se encuentra a 1250 metros del nivel del mar y su cúpula principal alberga un telescopio con un espejo principal de 1.54 metros de diámetro. El aparato de observación tiene adosado un espectrógrafo multifunción de origen ruso que se instaló en los ’90.
Según explicó la astrónoma Mercedes Gómez, encargada de uno de los proyectos que se llevará a cabo en el lugar a partir del año que viene, este telescopio es un instrumento muy versátil que permite diferentes formas de observación ya que toma imágenes astronómicas diversas y efectúa espectroscopía (descompone la luz en sus componentes).
“El espectro es la descomposición en longitud de onda de la radiación proveniente de las estrellas. Cada color muestra los diferentes componentes de las formaciones y así se puede saber, por ejemplo, la composición química de la estrella”, describió Gómez.
A lo largo de su historia, este predio pasó por períodos de funcionamiento y cese de actividades. “La época más dinámica fue desde su inauguración, en 1942, hasta los ’80. En esos años, tuvo un papel muy importante en el mundo de la astronomía nacional e internacional, a partir de la producción de catálogos, descubrimientos y diversas contribuciones a la disciplina”, relató Lapasset.
Como consecuencia de problemas técnicos, de presupuesto y logísticos, la estructura no se ponía en marcha desde 2003, según apuntó el director del Observatorio. La superación de estos inconvenientes hizo posible su puesta en marcha. “Es un telescopio mediano pero muy útil para proyectos científicos de importancia”, manifestó.
La refuncionalización de este instrumento es fundamental para la comunidad de astrónomos ya que tendrán disponibilidad de tiempo para su uso. “Permitirá llevar a cabo programas de largo aliento como los estudios de variabilidad temporal de objetos celestes que requieren muchas observaciones. También, hará posible buscar nuevos objetos o estudiar los ya conocidos, actividades que demandan tiempo en telescopio”, dijo Gómez.
Asimismo, el predio de Bosque Alegre cumplirá un papel fundamental como observatorio escuela. “Aquí, recibirán entrenamiento los estudiantes de licenciatura y doctorado de Astronomía, de la Facultad de Matemática, Astronomía y Física”, adelantó.
Actualmente, las tareas se limitan a pruebas científicas pero en marzo de 2009, al finalizar la estación de lluvias, se pondrán en marcha diversas iniciativas para estudiar el sistema solar, otras galaxias y estructuras del universo.
Juan José Clariá Olmedo, Doctor en Astronomía por la UNC y reconocido a nivel internacional en su profesión, empezó a hacer observaciones en el telescopio de Bosque Alegre en 1965 cuando estudiaba en el Imaf (actual Famaf), en tercer año de la carrera. “Venía con mi jefe y tomábamos espectros con el espectrógrafo estelar, un instrumento hoy obsoleto, construido íntegramente en Córdoba, que permitía tomar imágenes espectrales de gran calidad”, recuerda.
Ansioso de volver a investigar desde el telescopio de Bosque Alegre, forma parte de un equipo que indagará cúmulos integrales, una línea que desarrolla desde hace 15 años. “Es el estudio del espectro de poblaciones estelares, en vez de realizar la imagen espectral de cada estrella. Se trabaja con dos, cinco, miles de millones de estrellas y se toma la imagen de la luz integrada. Desarrollamos una técnica para que, en base a esas observaciones, se puedan inferir propiedades de esos sistemas y conocer sobre la formación y evolución de nuestra galaxia y de otras así como la evolución química”, describe.
Para Clariá, la reapertura es la oportunidad para reiniciar a los argentinos en el campo astronómico.
Proyectos 2009
Según detalló Gómez las propuestas para el año que viene son:
–Estudio de cuerpos menores del Sistema Social: indagará los cometas, asteroides, y Neos, cuerpos celestes que se aproximan mucho a la Tierra en su trayectoria y pueden colisionar con el planeta. Las observaciones permitirán a los astrónomos formar parte del consorcio que estudia estos objetos. “Es importante detectarlos por si hay riesgo de choque con la Tierra. Asimismo, su descripción da información sobre cómo fue nuestro sistema solar en sus comienzos”, indicó la astrónoma.
–Detección de estrellas enanas marrones: son estrellas frustradas que no tienen suficiente temperatura o masa para transformarse en estrellas. El espectrógrafo multifunción permitirá detectar indirectamente la existencia de estas enanas marrones, como compañeras de estrellas parecidas al Sol, a través de la técnica de velocidades radiales. “La presencia de una compañera enana marrón no detectada, hace que la estrella se mueva y observando el movimiento de la estrella podemos inferir la existencia de las enanas marrones y estudiarlas”, expresó Gómez.
–Espectroscopía de estrellas simbióticas: es el estudio de estrellas que viven juntas y permite conocer acerca de la etapa final de la vida de las estrellas.
–Espectroscopía de Estrellas Masivas con envolturas gaseosas extendidas: indaga a las estrellas en el momento en que explotan para conocer sobre su evolución y muerte.
–Espectrometría de cúmulos estelares (conjunto de estrellas)
–Fotometría y espectroscopia de galaxias normales y activas para analizar sus componentes químicos, características físicas y movimientos.