Seguramente me darán la respuesta más lógica a esta pregunta: ¡llevo la que tengo!
En realidad el verdadero sentido de esta duda es qué aspectos deberían tenerse en cuenta para elegir una máquina para ir a los parques. Según mi experiencia ellos son:
– Tamaño: las súper cámaras con objetivos enormes son geniales para espacios naturales, pero para los parques son incómodas para llevarlas todo el día y requieren de su propio estuche/bolso para mantenerlas protegidas.
– Peso: en el mismo sentido de lo de arriba, mientras más chica sea la cámara menos peso se carga. Esto es especialmente importante si van en familia con chicos, donde estarán llevando muchas cosas para pasar el día.
– Funciones: a menos que sean aficionados con algún tipo de conocimiento fotográfico o profesionales que se fueron de vacaciones allí, es probable que todo lo que sepan hacer con una cámara es encuadrar y apretar el disparador. Entonces, ¿para qué llevar un aparato que mil cosas que no saben usar?
– Maniobrabilidad: esto quiere decir qué tan fácil es sacar y volver a guardar la cámarita. Habiendo cosas para fotos cada dos pasos, es algo que van a hacer todo el tiempo, y si es complicado se van a sumar una molestia a los largos días de parque.
– Zoom: de las mil funciones que pueden traer las cámaras, la única que cualquier hijo de vecino usa es el zoom. En los parques no hace falta uno potente salvo que quieran hacer fotos de los personajes en los desfiles. Noten en las fotos de abajo la diferencia que hace el zoom para las fotos del campo de juego.
– Calidad: en líneas generales, hoy en día todas las cámaras sacan fotos buenas. Donde se notan las mayores diferencias es en fotos nocturnas, como pueden ver en los ejemplos del final del post.
– Seguridad: en este sentido hay varios puntos a tener en cuenta:
- Cuánto te dolería que esa cámara se rompa/pierda/te la roben: los accidentes suceden, puede pasar que te la olvides y, aunque creo que es algo poco común allá, podrían robarte la cámara. Obviamente que la pérdida que uno más lamentaría es la de las fotos, pero no es lo mismo perder una máquina de $50 que una de $500.
- Caídas: sin que se rompa, también es posible que haya golpes. Y esto no solo es produsto de ser medio torpe, sino también de qué tan incómoda de manipular sea la cámara que llevamos.
- Tip: sea grande o chica, siempre usar la cámara con la correa (de mano en las pocket, al cuello en las grandes).
– ¿Cámara, celular o tablet?: esto también será cuestión de los puntos anteriores. Las tablets son un poco grandes y delicadas para tanto trajín, yo las descartaría. El celu es una buena opción si es de los que sacan fotos con buena calidad y si no les preocupa el tema de la seguridad. La cámara, siempre que cumpla con sus expectativas en todos los puntos de esta lista, será la mejor opción.
– Propósito del viaje: en mi caso he llegado al punto en que el tema de las fotos me ha cansado. Pareciera que todos salimos a sacar fotos (¡que luego casi nunca vemos!) en lugar de disfrutar del lugar en el que estamos y al que nos costó tanto esfuerzo llegar. Así que he resuelto definir prioridades: primero disfrutamos del viaje y si vemos algo que vale la pena, sacamos. Total hoy en día lo que sobran on line son fotos de destinos turísticos.
Con todo lo dicho, se estarán preguntando cuál es la cámara que nosotros elegimos para ir a los parques. Pues es una camarita pocket Sony que tenemos hace, fácil, ocho años.
Es liviana, chica, entra en cualquier bolsillo, sale y entra fácil, no me preocupo por que le pase algo, saca fotos decentes y nos permitió andar con comodidad todo el día.
Si están en la duda con el tema de la cámara, prueben ir con dos de tamaños diferentes y vean cuál es la que les resulta mejor para su estilo de viaje.
Cámara Pocket Sony DSC W320
Amway center (interior)
Island Of Adventures (exterior)
Desfile nocturno en Magic Kingdom (acá se nota que es medio floja la calidad)
Cámara Sony DSC H7 (tipo réflex digital)
Amway Center
Swamp tour, Kissimmee, Florida