“(…) el alma vive en las palabras que la dicen.
Si te doy mi palabra, me doy. La lengua no es un basurero.”
Eduardo Galeano
La Palabra. Bocas del tiempo
Ayer al mediodía estaba en la cocina cuando en la tele aparece una de esas inefables publicidades de Activia con Mariana Fabiani donde parece que el único problema que tenemos las mujeres es que no podemos hacer lo segundo.
Lo que me llamó la atención es que la actriz que acompañaba a la conductora era cordobesa, con nuestra característica tonada ¡al fin buscaron a una cordobesa en serio desde las agencias de Buenos Aires! No como siempre sucede que ponen a cualquier porteño que hace una imitación burda de nuestra manera de hablar.
Lo que me dejó atónita fue escuchar el guión (gracias Guille por el video):
Repasemos el extracto del guión que me dejó con la boca abierta:
– “Antes me invitaba un guaso a salir… no, no puedo… especulaba a ver si mañana me deshinchaba (…).”
Y como dato de color, ahora que están disponibles para consulta los padrones 2011, me fije a quién corresponde el número de documento de la supuesta María Fernanda Martínez que aparece en la publicidad. Estos son los datos:
Matricula Nº 22.***.*** DNID
Apellido y nombres D*******, JULIA ELENA
Domicilio ************* Profesión DOCEN
Sección Electoral CHILECITO, LA RIOJA Circuito Electoral : 25 –Saquen sus conclusiones qué tan cierto puede ser el resto del discurso que usa Activia.
No sé si será porque en el último tiempo la tele porteña se nutrió de personajes como Luis Juez, la Mole Moli y Coki Ramirez, pero parece que las mentes iluminadas de las agencias de publicidad de Buenos Aires creen que el prototipo de chica Activia cordobesa es de 35-45 años, independiente, sin compromisos, atractiva, con aires chetos de chica bian del Cerro y habla con palabras típicas del cordobés más lunfardo y orillero… ese cordobés tan pragmático que jamás se atrevería a hablar de “tránsito lento” ¡Claro que no! Ese cordobés diría con toda la fuerza de la lengua que Activía es para la gente que no puede cagar. En el contexto de ese cordobés se renegaría de pavadas como yogures mágicos y se propondrían recetas de barrio, las conductoras dientudas se cambiarían por viejas llenas de arrugas, el lácteo no podría competir con un té de ruda o con un baño de asiento en agua tibia y sal.
Señores de Activia:
En Córdoba los problemas intestinales no cotizan alto, no son de agenda, no tienen ni por donde empezar con Giacomino, Schiaretti, la Caminera, los baches; y el tránsito lento es lo que pasa cuando hay manifestaciones del SUOEM en el centro.
Pero también debo decirles, mis muy estimados, que en Córdoba los problemas intestinales jamás han obstaculizado el piropo del albañil de Nueva Córdoba, la mirada del transeúnte de la peatonal, el saludo pícaro del empleado de comercio, la sonrisa del taxista, el suspiro del admirador que aún no se animó a invitar un café o el beso del hombre amado…
Así que no insistan con nosotras, no lograrán convencernos para que compremos soluciones a problemas que no tenemos.