Puede que este post parezca extraño o que muchos crean que alguien es un marciano porque no le gusta ir a Disney o Universal, pero la realidad es que, como en todos los órdenes de la vida, hay gente a la que no le van este tipo de cosas.
Sin ir más lejos, y en este mismo sentido, hace unos años escribí las 10 razones para no ir al viaje de egresados; para que vean que no todos los viajes son para todo el mundo.
En los foros de TripAdvisor cada tanto leo mensajes de adultos que se lamentan porque tienen que llevar a sus hijos/sobrinos/nietos a los parques y se van a clavar varios días haciendo algo que no les gusta.
Pensando en ellos, estos son mis consejos:
- Saber a dónde estás yendo, con quiénes y por qué: con esto me refiero a que si decidiste gastar tiempo, dinero y esfuerzo en este viaje es por un motivo ¿te pusiste a reflexionar seriamente cuál es?
A dónde estás yendo: ¿qué significado tiene ese lugar para que lo elijan para viajar? ¿qué deseos, aspiraciones o sueños representa? ¿qué va a representar ese viaje para cada uno de acá a 10, 20 o 30 años?
Con quiénes: no es lo mismo ir con (por) tus hijos, que ir en viaje de bodas, ir con amigos, etc.
Por qué: esta es una pregunta personal. ¿Por qué vas ir a un lugar que no querés? ¿qué hay en ese lugar que, a pesar de no agradarte, hace que te sientas obligado a estar? ¿por qué no pudiste decir que no si no te gustaba? - Ser sincero sobre los sentimientos personales ANTES de viajar: como bien reza el refrán “El que avisa no es traidor”. Poder hablar de este sentimiento de embole anticipado de una forma calmada, sincera y honesta con los compañeros de viaje sirve para llegar a un acuerdo sobre cómo manejarse allá (por ejemplo, volverse solo al hotel si ya te hartaste del mundo mágico de Disney a las 3 de la tarde), como también para evitar el comentario “Cambiá esa cara de traste” si la mala onda llegó a su clímax.
Es mejor que si van a discutir y a pelear lo hagan acá, que estando en sus vacaciones; así que no tengan miedo de plantear el asunto.
En este punto tengo experiencia personal de sobra: en nuestro viaje a Texas Guille cumpliría su sueño de ir a ver a Willie Nelson. Como a mi no me interesa en lo más mínimo, tuvimos que pensar un plan anti-embole para mi porque no me iba a clavar todo el día con música country. - Vale la pena hacer un sacrificio por los seres queridos: la realidad es que muchas de las cosas que hacemos toooodos los días es por agradar a otros, sobre todo a la familia. No está mal que ellos sepan, reconozcan y comprendan que para su papá/mamá/etc es un esfuerzo de acompañarlos a hacer eso y que va a tratar de soportarlo lo mejor que se pueda.
Volvemos al punto de arriba: siendo sincero acá, uno se ahorra muchos disgustos allá. Tengan en mente la idea del “Conflicto Constructivo” que está tan de moda ahora, donde afrontar abiertamente un problema puede ser el disparador de una mejora sustancial de la situación inicial.
También sobre esto puedo brindar una experiencia personal: ir con Guille a un partido de la NBA pese a que el basquet ni me va ni me viene. Y fue un lindo momento porque él cumplió uno de sus grandes sueños, entonces lo importante de haber estado ahí no fue el espacio físico sino poder ver como lo disfrutaba. - Negociar actividades por separado: eventualmente y si existe la posibilidad, se puede pensar en que una parte de la familia haga X actividad mientras que el/la antiparques vaya a hacer otras, se quede en el hotel disfrutando de lo que ofrece (sobre todo si van a los tipo resort que tienen de todo), o bien decida qué cosas sí está dispuesto a hacer en familia y qué otras no.
- Dar margen a la sorpresa: quizás lo que parecía malo antes de ir resulta ser muy entretenido cuando estés allá, ¡quién te dice que hasta te terminan gustando los parques!
Como decía el pintor Francis Picabia: nuestra cabeza es redonda para permitirle al pensamiento cambiar de dirección.
Espero sus comentarios al respecto.
La foto es del Delorean expuesto en Estudios Universal y la única relación que le encuentro con el post es que a los que no les gustan los parques pero sí los autos pueden ir a ver éste ¡algo es algo!