Este es un post que tengo dando vueltas en mi cabeza desde hace varias semanas y que, a pesar de tener muchas ganas de escribirlo no me salía el Cómo.
Como el que avisa no es traidor, debo decir que es probable que mis opiniones no vayan a gustarle a muchas mujeres. Así que espero que comenten enojadas pero no en plan de censura diciendo “no podés decir tal o cual cosa”. Sí, puedo decirlo porque cada opinión va a estar fundamentada.
Aclaración número dos: una opinión no es una declaración de verdad de nadie. Es tan sólo la mirada que uno tiene frente a un fenómeno, por lo tanto no necesariamente es correcta o incorrecta. Simplemente es y por ello puede existir, sin que se invalide por convivir en el pensamiento colectivo con opiniones opuestas.
Así que no me vengan con comentarios tipo “Te creés dueña de la verdad” y cosas por el estilo, eso no es debatir ideas.
Hace unas semana Santiago Bilinkis hizo un llamado desde su blog para ver donde estaban las mujeres que lo leían. Si bien el post fue sólo eso, me resultó muy interesante leer los comentarios de esas mujeres y tratar de entender cómo es que funcionan algunas cosas.
El post en cuestión tuvo un total de 107 comentarios, en un 99,9% hechos por mujeres, a pedido de su autor. Algunas de las lectoras participaron dejando varios, pero creo que las participantes fueron al menos 70.
La pregunta de Bilinkis “¿A donde están las chicas?” encontró estas respuestas que se refieren a por qué las mujeres no comentan en su blog:
– Obligaciones domésticas (casa, hijos, cocinar, limpiar, etc.): 15
– Otros (interés en otros temas/blogs, visitaban el blog por primera vez, etc) : 11
– Falta de tiempo para comentar: 8
– No tener nada para aportar al post: 8
– Retwittea en lugar de comentar: 8
– Obligaciones laborales: 6
– Timidez: 5
– Otros opinaron lo mismo que iban a decir: 5
– Prefiere sólo leer: 4
– No le interesa el tema tratado: 3
– Falta de conocimientos: 3
– Prioriza otras actividades: 2
Muchas comentaristas dieron más de una razón por la cual no comentaban seguido en el blog, mientras que otras sólo dejaron un comentario para decir Presente.
Dentro de los comentarios, y mientras hacía el conteo, rescaté algunos que me parecieron interesantes y paradigmáticos respecto de la participación femenina.
Por un lado, un comentario que sintetiza varios de los puntos que justifican los no-comentarios:
Gea says:
18 September 2009 at 22:05Que buena pregunta….
Llegué por recomendación a tu curioso reclamo y no puedo pasar sin dar mi respuesta, creo que estamos en demasiados lados, son casi las 21…no merendé, ni pensé que hacer para la cena y estoy llegando a casa; mientras respondo algunos mails, guardo la ropa que llegó del lavadero y pienso en porque no arranca ese windows.Ahí estamos las chicas: en todas partes, partiendonos en mil para cumplir con los compromisos, leo bastante pero dejo comentarios solo cuando creo que puedo aportar algo…sino es mas de lo mismo, y encima con este sentimiento de culpa que llevo conmigo por no escribir mas y mejor en mi propio blog 🙁
Ahhhhhh….hice catarsis, ya estoy lista para cocinar algo rico 🙂 Saludos!!!
Y acá es donde me pregunto si los varones tienen menos compromisos con los que cumplir, si es que no viven en una casa que necesita ser limpiada, si no comen, si no tienen hijos o si los que tienen no necesitan cuidarlos, si tienen quién les resuelva cuestiones operativas en lo laboral y en lo personal… ¿Quién les resuelve muchos de los asuntos que parecen sí o sí depender de las mujeres? ¿Ellos mismos? ¿O lo hacen mujeres que toman el rol de secretaria, empleada, esposa, novia, madre, niñera, mucama, etc.? ¿Siempre hay una mujer simplificándole la vida al hombre mientras que una mujer tiene como mandato complicarse cada vez más su propia existencia? ¿Existirá una creencia en que la competencia (en el sentido de ser competente) de una mujer pasa por lograr hacerle fácil la vida a todos y “ofrecer en sacrificio” la propia? ¿Será que el placer a cierta edad o bajo ciertas circunstancias de vida son algo prohibido?
Y acá es donde encuentro súper interesantes otras reflexiones (las negritas son mías):
Carla York says:
19 September 2009 at 2:20(…) Creo en primer lugar que quizás hay una mayor necesidad de comentar en blogs donde se reafirma el lugar nuevo de las mujeres de nuestra generación, dada la falta de voces en otros espacios, por ejemplo, en algunos puestos de trabajo, en algunas esferas, lo que también viene demostrado en la charla femenina; ese lugar donde, con amigas, con compañeras de trabajo, te sentis lo suficientemente avalada para comentar. Quizás haya algun resabio a sentirse menos capacitada o legitimada en alzar la voz en temas que son tradicionalmente considerados masculinos, como lo es el del entrepeneur. (…)
Laura says:
19 September 2009 at 2:46(…) El desafío para nos, es pensar si estamos “en todas partes, partiendonos en mil para cumplir con los compromisos” como dijo Gea o si no estamos comentando porque nos autolimitamos. En este segundo caso, hay que atrevernos a hacernos oir más. (…)
chacha says:
19 September 2009 at 17:19Creo que las mujeres muchas veces sentimos como si necesitáramos permiso para participar de un espacio público que no es inherentemente femenino. Lo cual es bullshit en la mayoría de los casos, claro, pero:
a) para muchas son años que hay que “desaprender”
b) es más cómodo no arriesgar y quedarnos en la contención de los espacios más tradicionalmente femeninos (…)
c) algunos espacios (sobre todo los de mayor poder) sí son todavía menos abiertos a la participación femenina y creo que eso contribuye a una “timidez” general
(…)Marta Repupilli says:
19 September 2009 at 19:14¿Porqué las mujeres no participan en política tanto como los hombres?. ¿Porqué hay menos mujeres bloggers que hombres?. ¿Porque hay un sinnumero de espacios que son ocupados en mayor cantidad por hombres que por mujeres?.
Es la pregunta que nos hacemos permanentemente desde la aparición de la “liberación femenina”.
La respuesta es muy simple: las mujeres en su mayoría se ocupan (…) de todo tipo de cuestiones domesticas.
Una vez en un reportaje televisivo al que fui invitada como blogger y usuaria de redes sociales, me preguntaron entre otras cosas, ¿tenés hijos? y cuando respondi si, la pregunta siguiente fue, ¿y tenés tiempo para dedicarte a otras cosas?.
Claro que puedo ocuparme de muchas cosas, las mujeres hemos demostrado que somos multifunción, pero: para ser realmente competitivas en una profesión u oficio es condición sine qua non la colaboración de la pareja.
La progenitud debe ser responsable y las madres y los padres ocupamos un lugar muy importante en la vida de nuestros hijos, sobre todo en sus primeros años, si esa tarea solo la realiza uno de los dos, es obvio que el otro deja de ser competitivo en la actividad que desarrolle fuera del hogar. Y, generalmente esa tarea es un mandato que le han otorgado a las mujeres.
Si no están de acuerdo con esto, díganme porqué cuando una mujer decide ser exitosa como profesional, empresaria o lo que sea, decide además no tener hijos; con las consecuencias, muchas veces de discriminación, que esa decisión conlleva.
(…)chacha says (en respuesta al comentario anterior de Marta):
19 September 2009 at 21:02(…) en la blogósfera en general, hay muchos solteros y solteras sin hijos. Y sin demasiada evidencia me atrevo a adivinar que también lAs sinhijos comentamos menos que lOs sinhijos. Por algo todas saltamos a comentar cuando se nos pidió, cuando tuvimos permiso explícito, no es sólo una cuestión de tiempo.
Claro que está todo relacionado. La desigualdad en las responsabilidades domésticas es la madre (¿o una de las madres?) de las demás desigualdades de género. Hace que los permisos que ya nos ganamos formalmente todavía nos queden incómodos en la práctica. Creo que es porque, como bien explica Marta, hace que haya menos mujeres “exitosas”, en lugares prominentes, en situaciones de poder. (…)
Barbara Langer says:
19 September 2009 at 21:09(…)
TODOS sabemos que cuando expresamos una opinión o dejamos un comentario lo óptimo es aportar algo de valor, y por eso si lo tenemos lo vamos a decir.., pero la realidad es que no se puede “aportar valor” todo el tiempo, el 100% de las veces que abrimos la boca – o que usamos el teclado 🙂 A veces lo que realmente importa es que sumemos nuestra VOZ, que dejemos nuestra opinión – aunque sea para decir “Aquí estoy, me llamo xx y quiero decir que este post me gustó mucho..” en realidad tengo la seguridad de que vamos a poder decir algo un poco más interesante que eso!
(…) no es sano someternos a la presión de devanarnos los sesos cada vez que queremos dejar un comentario o una opinión. (…) y NO POR ESO debemos dejar ese ESPACIO VACIO. Si por aquí estuvimos, dejemos nuestra marquita!
(…)LC says:
20 September 2009 at 11:06(…)
Creo que ser madre y/o esposa es una vocación como ser escritora, periodista, médica o emprendedora. Y uno no espera que nadie comparta la vocación con idéntica pasión. Tampoco suele haber demasiadas quejas respecto de la profesión porque no es vista como una carga sino como una fuente de placer y realización.Desde esta perspectiva, las mujeres somos doblemente profesionales y vivimos día a día una batalla interna por las prioridades, Pero es POR ELECCION.
El problema, en este punto, tal vez sea que no está socialmente aceptado que las mujeres no tengamos vocación de madres y esposas y, entonces, es difícil asumir no querer ser ni una cosa ni la otra.
Siento que la queja por el lugar de la mujer como madre y esposa –y como pieza fundamental de la familia en general– deslegitima el deseo.
(…)Gabriela Pallares says:
20 September 2009 at 12:43(…) para desarrollar carreras hay oportunidades que a veces deben desplazarse por esa eleccion. Y lo cierto es que para avanzar (…) las elecciones que deben hacerse son muy dolorosas, cuestiones que los hombres no deben afrontar pues tienen la infraestructura domestica resuelta, y razon por la cual detras de toda mujer exitosa….siempre hay mucho sacrificado (…)
(…) diria que si no opinamos es porque estamos haciendo otras cosas a las cuales les damos prioridad y nada mas ni menos. (…)
Mery P. Kramer says:
20 September 2009 at 12:57(…) Si hablamos de asuntos relacionados con el entrepreneurship, cuando comenzo la catedra Carl S. de San Andres salvo la organizadora -alumna, me sorprendia que era la unica chica entre los asistentes. En las jornadas de creatividad por el interior del pais de Eduardo Kastika, los porcentajes tambien daban mas alto para los varones.Eso si, en ambas facultades/ universidad eramos mayoria…mayoria que despues no ejerce! De todas mi amigas, contando las de exterior ….Solo 4 tenemos empresas propias y 2 somos las que leeriamos tu blog. Voy a cumplir 34 y llevar adelante:
(casa, marido, hijoS) + empresa (con o sin empleados), es casi incompatible, no creo que sea para todas, ni lo mas recomendable.
Eso si, por mi lado me asegura seguir flaquita de cabecita activa y no en una “esposa” aburrida con cerebro domestico como me podria ocurrir si miro a mi alrededor.
PD: una pista para identificarlas? se presentan con las siguientes peguntas: “y tu marido que hace?” , “a que colegio mandas a tus hijos”.
(Creo que me llevaría muy bien con Mery, jajajaja)
LC says:
20 September 2009 at 13:22(…) lo que hay detrás de una mujer exitosa, me suena a que es casi lo mismo que lo que hay detrás de un hombre exitoso.
De todos modos, ¿qué es el éxito desde esa perspectiva? Muy simplificado, me parece que es un orden de prioridades, una cantidad de energía puesta al servicio del primer punto de esa lista y una gran efectividad en su concreción. Para mí el éxito tiene que ver con el grado de felicidad y satisfacción que tengo en mi vida.
En cuanto a un marido/pareja, tomémoslo como socio igualitario en el mayor emprendimiento posible de imaginar que es la vida, con un contrato societario permanente (en el que se pueden prever algunos acuerdos) y renegociable o que se va conformando a medida que pasa el tiempo (porque casi nunca es posible ponderar todas las variables). Entonces la pregunta es: ¿bajo qué parámetros elegimos a nuestros socios? 🙂
Mi reflexión, después de haber leído todo esto, es que muchas mujeres (y cuando digo muchas es porque claramente no hablo de todas, para evitar la generalización) viven desbordadas y creen que eso significa ser productivas, valiosas e imprescindibles. Y esto me parece un error. Como se dice popularmente, no se puede estar en la orquesta y en el medio del baile. Estar para todo/s es, a fin de cuentas, no estar para ninguno y lo que es peor, ni siquiera para uno mismo.
Si la mujer de a poco se va ubicando como un objeto multifunción y nunca de detiene a reflexionar, a participar, a ser parte de diversos ámbitos, tarde o temprano va a terminar cosificada por su entorno. Si nunca se alzó la voz a favor o en contra de algo es, como dijo alguien arriba, un espacio que quedó vacío y que es muy probable que otra persona haya ocupado. Y creo que todos conocemos algún ejemplo de esto.
Es por eso que me parece que debemos entender y asimilar que el día solo tiene 24 horas y que el secreto de ser exitosas es cómo se administran, quiénes son las personas a las que se les van a delegar tareas, cuáles son las actividades urgentes y cuáles son las importantes.
Y en el mismo orden, está el aprender a decir NO. No se puede estar todo el tiempo disponible para todo el mundo y para cualquier cosa. Un NO puesto a tiempo implica dejar un mojón sobre lo que no estan dispuestas a hacer por los demás, aunque sea la pareja, la familia propia o inclusive los hijos que estén en edad de manejar algunas cuestiones de manera independiente.
No puede ser más importante fregar platos que tener el derecho a hacer algo por el desarrollo personal o por placer.
Quizás nuestro desafío como mujeres es lograr ser, aunque parezca paradójico, más profesionales en nuestra vida personal para poder equilibrar las necesidades ajenas y propias; entendiendo que nuestra realidad es producto tanto de nuestras elecciones como de la inacción en los momentos en que tuvimos la oportunidad de hacerlo y lo delegamos en algún tercero.