El otro día me llegó, quiero creer que por error, un email de la Juventud de un partido político. Acá está la captura:
A ver… ¿Qué es lo que más me molesta de este mail? ¿Que alguien confunda “abatidos” con “debatidos”? ¿Que haya errores básicos de concordancia entre el sustantivo y el número del verbo compuesto? ¿Que haya un secretario de prensa y difusión que no sabe escribir? ¿Que quienes pretendan hacer una carrera política ni siquiera logren redactar de forma correcta un comunicado interno? ¿Que algún día esta gente pueda estar en un cargo público mintiendo preparación e idoneidad?
Como dije más arriba, quiero creer que el comunicado me llegó por error al ser incluido en la lista de contactos de una persona con la que intercambié mails con opiniones respecto del conflicto del campo (que, por cierto, no es la misma persona que firma el mail).
Durante esas charlas noté con tristeza que si estas generaciones de políticos nos decepcionan, no podemos esperar mucho de los prospectos por venir.
Durante aquel ir y venir de mails y chats, leí construcciones de frases que eran grotescas, no sólo por lo que decían (de última cada quién cree en Papá Noel y los Reyes si le gusta), sino por el calibre de los errores en las mismas y de todo tipo. Cuando se las marcaba a mi interlocutor, un chico de 18 años que se ufanaba de haber repetido dos veces primer año pero estar a full en la militancia, su respuesta era “es que escribo apurado como me sale”.
Con mi alma de maestra Ciruela le explicaba cómo laburar con el blog, cómo escribir mejor para que su mensaje fuera entendido, por qué era importante ser respetuosos con el lector produciendo los textos de forma cuidada…
Nunca corrigió un sólo post del blog partidario que está plagado de hoygans y un lenguaje coloquial a medio camino entre la adoración mesiánica de un lider y la difusión panfletaria de “logros”.
Una dirigente dijo hace poco que “haría todo exactamente igual” a lo que había (des)hecho los últimos meses. Se ve que sus lacayos siguen ciegamente ese precepto. No reconocer ni corregir los errores, aunque sean garrafales.
(Y yo corregí algunos acentos que faltaban o sobraban por acá. Gracias Guille, ¿Qué haría sin vos?)
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26 de marzo de 2009
Actualizo este post porque las casualidades que se dan en la política de un pueblucho de 15.000 habitantes son realmente locas.
El 19 de marzo salió en un diario local de mi ciudad esta noticia en donde se da cuenta que autores ignorados, de una cierta orientación política simpatizante al gobierno nacional, habían realizado pegatinas en los centenarios plátanos de la avenida San Martín de Colonia Caroya, en los refugios de las paradas de colectivos y en los carteles de señalización de tránsito.
La ordenanza que se infringió es la 626/91, que protege a los espacios públicos de cualquier tipo de publicidad comercial o propaganda política.
Más allá de lo lamentable que simpatizantes de partidos politicos dañen el espacio público para sus bobadas proselitistas que no le interesan a nadie, es curioso notar como los errores que señalé en su momento en el mail de arriba se repiten en este afiche:
Se omiten los acentos de “Córdoba” y “fábrica”, dos lindas palabras esdrújulas que no salen nunca de la boca sin ellos; se olvida de colocar la mayúscula en el nombre propio de la provincia y, como si fuera poco, no se escribió correctamente el nombre de la senadora quien, según su página oficial del Senado de la Nación, se llama Haide. Pero esto podría ser anecdótico, parece que hasta los diarios le escriben mal el nombre, ¿Qué podemos esperar de partidarios cordobeses que no saben escribir Córdoba?
Como frutilla del postre, en el patético afiche se incluyó una ilustración de Negrazón y Chaveta, personajes de la conocida revista cordobesa Hortensia que se publicó en los 70 en Córdoba.
¿Será un guiño complice entre los responsables de la agresión al espacio público? ¿O será una muestra (más) de la ignorancia de elementos de la cultura y la historia de la provincia?
¡Qué casualidad que simpatizantes del mismo partido comentan los mismos errores! ¿No? ¿Será que es requisito para formar parte de esa fuerza política no saber escribir? ¿Serán las mismas personas los autores de uno y otro mensajes? ¿No tendrán instalados el corrector ortográfico en el Word?
Mas conozco a los políticos más náuseas me dan.
Fuente de la noticia y créditos de la foto: Diario El despertador