Versión de Félix Coluccio
Una costurera presentóse un día ante el Señor. Todos aquellos que en esa oportunidad llegaban al Cielo, quedaban convertidos en ave.
Dios transformó el alma de la costurerita en una avecilla graciosa, de pecho blanco y cabeza y lomo oscuros.
-Señor.. . –dijo ella en tono suplicante.
-¿,Qué deseas? -preguntó El.
-Durante la mayor parte de mi vida he cosido para mis padres y mis hermanos. Hoy quisiera pedirte un favor.
-;Cual?
-Señor… Yo quisiera unas tijeritas. iLas usé por tantos años!
Entonces el Señor, para complacerla, le estiró las plumas de ambos lados de la cola y le concedió la facultad de abrirlas y cerrarlas.
Por eso, cuando la tijereta vuela, abre y cierra sus tijeritas, en la creencia de que es costurera y que tiene que manejarlas para ganarse el sustento.
Extraído de Manual Estrada para la provincia de Córdoba.
Foto extraída del blog de Néstor Pardella