Para todo hay una primera vez y es una buena noticia que para iniciarse en el paracaidismo exista la posibilidad de hacerlo en un entorno donde no haya que tirarse desde un avión a miles de metros de altura: iFLY Indoor Skydiving.
¿Qué es el paracaídismo indoor?
Es una experiencia de vuelo donde el cuerpo es impulsado desde abajo por una turbina y que no se utiliza paracaídas, sino solo el propio cuerpo.
Además de servir como entrenamiento para paracaidistas profesionales y como una actividad lúdica para cualquier persona, este desarrollo tecnológico dió lugar a un deporte llamado Body Flight del que se hacen competencias regularmente.
¿Qué requisitos tiene?
– Edad: según el sitio de la empresa, entre los 3 y los 103 años está recomendado. En nuestro grupo había una nena de 7 u 8 años haciéndolo y voló perfectamente, con la mirada atenta de su mamá en la sala de espera y de su papá que también estaba participando de los vuelos.
– Estado físico: no se recomienda para mujeres embarazadas, personas que tengan problemas de espalda, hombros, cuello, corazón, etc. Otro condicionante es el peso: no pueden realizar la experiencia personas de más de 115 kg (había una báscula donde nos pesaron a todos antes del teórico, así que eso se controla).
– Conocimientos previos: ninguno y doy fe, porque fui sin saber nada.
– Recomendaciones de vestuario: ir con zapatos cerrados como zapatillas, nada de ojotas o sandalias. Obviamente no ir de vestido o pollera, sino van a tener que sacársela para ponerse el mameluco.
Y llevar algo para atarse el pelo si es que lo usan largo (preferiblemente gomitas elásticas en lugar de hebillas porque tienen que usar casco).
¿Cuánto dura la experiencia?
En total hay que disponer de unas tres horas.
Al llegar al lugar hay que hacer los trámites previos que incluyen firmar los documentos donde entienden los riesgos y asumen las responsabilidades de la práctica de esa actividad.
Luego estuvimos un rato viendo al grupo anterior como para entrar en ambiente. Posteriormente pasamos a nuestra clase teórica, para luego hacer el cambio de vestuario donde nos proveyeron del traje, anteojos y casco.
Por fin pasamos a la experiencia completa de dos minutos cada uno (éramos 8-10 personas en nuestro grupo).
Seguido a eso volvimos a cambiarnos, recibimos nuestros diplomas del primer vuelo y elegimos nuestras fotos a la salida (esto tiene un costo adicional).
La experiencia
– La previa: rodeando al tubo de acrílico donde se hacen los vuelos hay una sala de espera donde el grupo posterior o los amigos y familiares que no se animaron a volar pueden ver de qué se trata el indoor skydiving. También es un buen lugar para tomar fotos de la experiencia, sean conocidos o no los que la estén haciendo.
– La clase teórica: una vez hecha la presentación del instructor de vuelo y de los demás participantes del grupo, en la clase se dan las indicaciones generales para el vuelo, cómo hay que poner el cuerpo, qué señales hay que hacer (con el ruido de la turbina y el viento es imposible hablar) y qué cosas suceden normalmente al volar, por ejemplo que se babeen la cara si abren la boca o que les vuelen los cachetes al mejor estilo perro.
– Cambio de vestuario: a la salida de la clase hay que ponerse un traje especial que es como un mameluco de corredor de autos que tiene unas especie de manijas a cada lado del cuerpo desde donde el instructor va a guiarnos en caso de ser necesario o para el vuelo conjunto final con él.
– Vuelo: es el momento más esperado, aunque obviamente tiene su cuota de susto para los que nunca hicimos algo así. Por turnos va pasando cada miembro del grupo a cumplir con sus dos minutos de vuelo, volando solo todo lo que pueda y con ayuda del instructor si es necesario para que acomode mejor los brazos y las piernas.
– Extras de vuelo: por unos dólares más se puede ampliar la experiencia al vuelo conjunto con el instructor, donde pueden vivir la máxima sensación de ir hasta arriba y bajar de golpe con alguien que sabe, además de poder girar a bastante velocidad. Así que tal como me dijo la chica de la entrada ante mi duda de hacerlo o no: es la mejor parte de la experiencia, ¡no hay que perdérsela!
También pueden comprarse un par de minutos extra en la misma sesión si alguien se quedó con ganas de más.
¿Vale la pena hacerlo?
¡¡¡SI!!! Verdaderamente es una actividad de las que uno podría podría poner en la lista para hacerla alguna vez en la vida.
No importa la edad que tengan, si la salud se los permite yo les diría que no se pierdan la posibilidad de hacerla, más aún teniendo en cuenta que esto es algo que en Argentina no está disponible.
Y una buena noticia para las chicas: en nuestro grupo mixto en partes iguales, fuimos las claras ganadoras en los vuelos por la flexibilidad y el peso. Así que ya saben, es probable que aún con un poco de susto vuelen naturalmente mejor que los varones (algunos estaban a 30 centímetros del piso y no podían subir, ¡pobres!).
También es recomendable para aquellos que alguna vez lo hicieron, quizás en el servicio militar, y les gustaría rememorar esa experiencia desde la tranquilidad de un entorno cuidado.
Datos extra
Certificado: al finalizar al experiencia se otorga un certificado personal. En mi caso da cuenta que hice el entrenamiento teórico y volé en el tunel con mínima asistencia y alcancé una posición estable de mi cuerpo.
Y allí me ven posando feliz y entera con Striker, nuestro instructor.
Fotos y videos: si no tienen a nadie en la sala que saque sus fotos, pueden comprar la que venden ellos a 4 dólares cada una o el video completo de la experiencia (no recuerdo cuánto salía).
Merchandising: como en todos los lugares de EEUU, a la salida hay una tienda de recuerdos bien surtida sobre IFly y creo que a precios razonables.
Ubicación en Orlando: Central, sobre la I-Drive al frente de Wet’n Wild. Cuenta con estacionamiento propio gratuito.
Idioma: dado que nosotros no tenemos problemas con el inglés, no tuvimos necesidad de ayuda con ese tema, pero siendo un lugar tan turísitco seguro que pueden ser asistidos si no lo hablan. No dejen que esta cuestión sea algo que les impida volar.
Promociones: hay muchas promociones y descuentos que deberían chequear, ya que pueden encontrar cupones, descuentos por grupos, hay otras para aquellos que ya han volado con ellos antes, etc.
Otras sucursales de IFly
En Estados Unidos
La de Orlando fue la primera de la empresa y se inauguró en 1999. Actualmente cuenta con sucursales en Denver, Loudoun, Chicago, Oklahoma, San Diego, Kansas City, Portland, Houston, Dallas, Austin, Seattle, San Francisco, Hollywood, New Hampshire, Sacramento, y San Antonio.
En otros países
En febrero de 2016 abrieron la primera sucursal de Latinoamérica en Brasilia y también está por abrir una en Sao Paulo, así que está un poco más cerca la posibilidad de volar.
Además cuentan con sucursales en Inglaterra, Singapur, Emiratos Árabes Unidos (Dubai), Canadá, Australia y Rusia.
Les dejo el video institucional de iFLY y si les gusta sigan viendo otros en You Tube porque es realmente un placer ver cómo se mueven los que saben dentro de las cámaras de aire.