En el post anterior, Norma me dejó el siguiente comentario:
mucha gente vive de sus libros, eso es un mito de escritor frustrado. anda a preguntarle a los q estan en los 10 mas vendidos si no ganan plata.
los dos bloggers q nombras estan ahi. más vendidos junto con bucay.
tenés q informarte más antes de escribir.
Gracias Norma por darme el tema para escribir un post, es una buena ocasión para mostrar cuantos autores millonarios tenemos en la Argentina.
El proceso de publicación de un libro
La publicación de un libro es un proceso complejo y costoso que implica la participación de muchos actores a lo largo de un periodo de tiempo que se sabe cuando empieza pero muy pocas veces cuando termina.
Aprendí a hacer un libro en la facultad, cuando cursé la materia Diseño Editorial y me dí el gusto de hacer mis libros caseros, impresora chorro de tinta mediante.
Gracias a eso, el año pasado para el primer aniversario de Atención Viandante pude materializar un ejemplar único de un año de blog y empezar a estudiar la posibilidad de hacer realidad aquel protolibro.
Desde hace un tiempo me encuentro en la pre-producción de lo que será ese libro, que le cumplirá el sueño a Pulpo de tener un libro propio publicado (él ha formado parte de antologías de cuento y poesía, por lo que ya es un autor publicado).
Una de mis ocupaciones en la pre-producción, fue la de buscar presupuestos a diferentes editoriales para ver cuánto nos costaba el libro.
Para tirarles un número aproximado, con valores de marzo de 2008, el costo era de unos $5000 pesos, si mal no recuerdo, para los 1000 ejemplares de 200 pgs.
A esto hay que sumarle los costos de diseño, ilustración de tapa y corrección que, en nuestro caso, son tareas que vamos a realizar nosotros mismos (porque si algo tenemos de bueno es que acá sabemos hacer de todo), por lo tanto es un costo que no entra en el presupuesto.
Pero sigamos adelante y veamos qué más hay dentro del proceso.
Post-producción
Distribución
Con los libros listos y aún oliendo a imprenta, llega el momento de distribuirlos. Esto implica darle al distribuidor entre el 40% y el 60% del precio de tapa.
¡Epa! ¡Se nos vino la noche de golpe! ¿Tanto se lleva el distribuidor? Y si, así es.
Toda la movida intermedia entre el autor y el lector cuesta eso. Pensemos que de ese dinero vive la editorial y el librero.
¿Cuánto le está quedando a nuestro autor millonario que vive de sus libros? Que no cuente las monedas, todavía falta más.
Promoción
Cuando en este momento el autor va a pensar que quizás aún puede sacar algo de plata se da cuenta que en ese precio no está incluída la promoción del libro (medios televisivos, radiales, prensa e internet), ni el evento de lanzamiento, ni acciones dedicadas a promover ese material en las librerías como afiches, señaladores, cenefas y portalibros que destaquen a ese material por sobre el universo de libros que esperan lectores, y que no estará tampoco en ninguna feria del libro o evento cultural si no colabora para ello.
Es entonces cuando vemos que el libro, mas allá de su realidad como objeto transmisor de la cultura, es una mercancía que no está excenta de costos de producción, distribución y promoción. El mix de las 4 P que tan famoso hizo Kotler y que ningún autor tuvo en cuenta a la hora de desear ver su producción reflejada en papel.
Después de toda esta enumeración me pregunto ¿Cómo hace el autor de un libro para vivir de él si, en el mejor de los casos, sobre el precio de venta recibe solo un 10%? ¿Eso paga su esfuerzo para hacerlo? ¿Cuanto tarda en recuperar la inversión que hizo en sus libros? ¿Qué sucede cuando el libro no es vendido? ¿Cuánto dinero y tiempo le cuesta al autor conformar su público-lector cuando es totalmente desconocido?
Con todo esto quiero decir que los casos de éxito, los que salen en el top 10, son publicaciones que nacen amparadas por el paraguas de industrias culturales que mueven un negocio y que “fichan” autores. Y con esto no estoy siendo despectiva, al contrario, estoy poniendo el acento en que las grandes editoriales saben y tienen la capacidad económica, técnica y logística para hacer redituable la pasión de sus autores. Y eso esta muy bien.
Como también está perfecto que ser autor de una gran editorial implique que uno solo va a pensar en el contenido de libro y no va a estar haciendo gacetillas para mandar a medios, ni va a pelearse con la imprenta por el aumento en el precio del papel o va a estar quejándose por la ubicación en los estantes con el librero.
Como vemos, no todo lo que reluce es oro y hay más autores del lado de los worst que de los best-sellers.
Update: Excelente aporte de Gurí. A los escritores anónimos, del blog mexicano Puras Letras de Wenperla.