Volviendo a escribir un poco sobre las cosas lindas de mi provincia, les traigo este poema de Arturo Capdevila, Córdoba de las campanas.
Eran unas dulces
claras notas finas.
Eran las campanas
de las Catalinas
Eran un canto alado
como de promesa.
Eran las campanas
de Santa Teresa
Eran una voz
diciendo un distinto.
Eran las campanas
de Santo Domingo
Eran una voz mansa
llamando al aprisco.
Llamaban a misa
las de San Francisco
Eran unas voces
de amor hecho sed.
A misa llamaban
las de la Merded
Eran una voz llena
diciendo María.
Eran las campanas
de la Compañía
Eran unas notas
de bronce y cristal.
Con altos acentos
ahuyentando el mal
O Gloria diciendo
con el claro metal.
¡Eran las campanas
de la Catedral!
Serán como risas
cuando rien dos,
rebiques del Huerto
y del Niño Dios.
Y como regalo para que vean las iglesias de Córdoba, este video de la Dirección de Turismo de la Municipalidad de Córdoba